Pasó casi un año del grave accidente que sufrió Romain Grosjean en el Gran Premio que la Fórmula 1 disputó en Bahréin y que pudo haberle causado la muerte. Su auto impactó contra la contención de la pista y ardió en llamas en pocos segundos. Milagrosamente el francés salió del fuego y salvó su vida, en una imagen impactante que recorrió el mundo.
Once meses después del incidente, Grosjean sigue luchando contra las lesiones que sufrió y sus manos siguen marcadas por las quemaduras: "La mano derecha está 100% bien y sólo tengo que ponerme protección solar cuando salgo al sol porque es una piel nueva". El problema está en la izquierda y deberá someterse a otro trasplante de piel el próximo mes.
"Nunca volverá a ser perfecto. Es doloroso, pero aprendes a vivir con ello. "Puedo jugar con mis hijos, puedo conducir, puedo vivir básicamente con normalidad. Hay algunas cosas en las que estoy un poco limitado, pero el 95% de las veces funciona bien. No se ve muy bien, pero es mi cicatriz de batalla", agregó el ahora piloto de IndyCar.
Luego de aquel accidente parecía que la carrera deportiva del francés estaba terminada, sin embargo encontró su lugar en el automovilismo estadounidense y ya se aseguró un lugar en la próxima temporada. Los resultados del excompetidor de Haas despertaron el interés de Michael Andretti, que ahora decidió darle el asiento que dejó Ryan Hunter-Reay para la temporada 2022.
"Estoy encantado de unirme a Andretti Autosport y conducir el #28 de DHL para la próxima temporada. Es un gran honor unirme a un equipo tan grande como Andretti, cualquiera en el mundo del automovilismo conoce el nombre Andretti", expresó Grosjean que en su primera campaña logró tres podios y en su primera aparición en un óvalo, Gateway, se ubicó 14°.