Ocurrió el sábado. 33 civiles fueron asesinados en un ataque perpetrado la víspera por presuntos efectivos armados yihadistas en la localidad de Songho, región de Mopti, al centro de Malí. Los individuos dispararon contra un ómnibus que cubría la ruta entre las ciudades de Bandiagara y Sevaré. Primero dispararon al conductor y luego prendieron fuego al medio de transporte.
Entre los pasajeros del vehículo viajaban personas que se dirigían a sus trabajos, así como mujeres jóvenes (algunas embarazadas y otras con bebés) y adultos mayores.
Hasta el momento no hubo un comunicado oficial por parte del Gobierno haciendo alguna referencia ataque. Tampoco ningún grupo se adjudicó el ataque.
Durante los últimos meses, estas grupos yihadistas han incrementado sus ataques contra cuarteles del Ejército de Malí, poblados civiles e incluso bases de fuerzas extranjeras y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Expertos consideran que la situación política y de seguridad del país africano se ha agravado tras los dos golpes de Estado que tuvieron lugar en menos de 16 meses, los cuales provocaron además un debilitamiento del Gobierno nacional.