Earth’s Black Box, traducido como ‘La caja negra de la Tierra’, es un proyecto en el que se han reunido varios investigadores científicos y artistas, con el que pretenden acercar a las civilizaciones futuras datos relacionados con la climatología mediante registros que se generarán y se almacenarán de forma continua.
Así se presenta este trabajo en su página web oficial con el lema ‘Brace For Impact’ (‘Prepárate para el impacto’), donde se presenta esta Caja Negra de la Tierra, que aguardará información y mediciones relacionadas con la salud del planeta y que se ha impulsado debido a la crisis climática actual que lo asola.
El propósito de este dispositivo, que presenta una estructura irregular y un tamaño aproximado al de un colectivo, es el de “proporcionar un relato imparcial de los eventos que llevaron a la desaparición del planeta, responsabilizar a las generaciones futuras e inspirar acciones urgentes”, según se menciona en esta web.
El colectivo artístico australiano Glue Society está detrás de este proyecto, junto con varias empresas del país. Según ha indicado para CNN el artista y director del proyecto, Jonathan Kneebone, “la caja actuará como un libro de contabilidad indestructible e independiente de la ‘salud’ del planeta”.
La construcción de esta caja, que se situará en la isla de Tasmania, se completará a principios de 2022, pero los discos duros integrados ya han comenzado a registrar hallazgos basados en algoritmos y conversaciones desde la celebración de la cumbre climática COP26 en Glasgow (Escocia).
El aspecto de la Caja Negra de la Tierra (Earth's Black Box) según sus diseñadores
Qué datos registrará Earth’s Black Box
Según indica dicho medio, este monolito de acero construido con paneles solares y baterías documentará todo lo relacionado con los cambios de temperatura de la tierra y el mar, así como la acidificación de los océanos, la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el consumo de energía o el gasto militar, entre otros datos.
Según sus creadores, la caja contará con unidades de almacenamiento y estará descargando información científica de Internet de forma constante. Los desarrolladores estiman que tiene la capacidad de almacenar suficientes datos durante las próximas tres a cinco décadas.
No obstante, han asegurado que continúan investigando cómo pueden aumentar sus capacidades de almacenamiento y que todavía están tratando de averiguar cómo se podría usar este elemento en un futuro lejano, puesto que para descodificar la información se van a requerir tecnologías muy avanzadas.
"Es imposible anticipar quién o qué encontrará [la caja], pero se puede suponer que no será de ninguna utilidad a menos que sea descubierto por alguien o algo que sea inteligente y civilizado, con la capacidad de comprender e interpretar símbolos básicos", ha apuntado Kneebone en CNN.
Una vez activada la Earth’s Black Box, se podrá acceder a su biblioteca de datos climáticos a través de una plataforma ‘online’. Asimismo, los visitantes también podrán conectarse de forma inalámbrica.