La Sputnik V, una de las vacunas de COVID-19 más reconocidas a nivel mundial, ya ha sido aplicada en numerosas personas alrededor del mundo. Pero mientras tanto, el proceso de aprobación por parte de la OMS sigue demorado, lo que ha detenido la expansión de su venta a nivel global. Tras esto, el vocero del Kremlin explicó que esto se dio por malos entendidos en las negociaciones.
“Aún no hemos proporcionado la información necesaria porque teníamos una visión diferente de los datos que había que transmitir y de cómo había que proporcionarlos”, explicó Peskov a la prensa. Y agregó que tienen “normas diferentes”, pero que Rusia se está adaptando “progresivamente a estas exigencias”.
Sputnik V fue anunciada por el presidente Vladimir Putin a mediados de 2020 y distribuida meses más tarde. Actualmente, es utilizada en numerosos países (entre ellos, la Argentina). Además, la prestigiosa revista médica The Lancet ha validado su efectividad.
Pero a pesar de todo eso, la vacuna no ha sido homologada por la Organización Mundial de la Salud ni por las autoridades médicas de la Unión Europa, por la incapacidad de Rusia de proporcionar los documentos necesarios para demostrar que realmente es segura y eficaz. Además, presenta dificultades para convencer a los ciudadanos de su país de que se inoculen con esta vacuna.
De momento, en Rusia no se han registrado vacunas extranjeras contra el COVID-19 y el 42,2% de la población se encuentra vacunada contra este virus (según recoge el recuento de referencia de la página web Gogov).