El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokayev, dió la orden expresa de "disparar a matar" sin previo aviso contra los manifestantes -que califica de "terroristas"- que en los últimos días protagonizan protestas que dejaron al menos 3.000 detenidos, según informa hoy la prensa local.
"Di la orden a los órganos de la policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso", dijo el mandatario y alertó no dialogará "con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros".
"Es de importancia crucial entender por qué los preparativos de ataques terroristas, por parte de células durmientes en la clandestinidad, han pasado desapercibidos por el Estado. Solo Almaty ha sufrido el ataque de 20.000 extremistas", aseguró en un discurso al pueblo transmitida por el canal de televisión Khabar 24.
Mientras escala la tensión, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidieron el fin de la violencia en Kazajistán, e instaron moderación a las partes.
El mayor país de Asia central es escenario de una inédita revuelta estallada el domingo en las provincias, tras una brusca subida del precio del gas, que se extendió a otras ciudades, y sobre todo a Almaty, la capital económica, donde las manifestaciones se convirtieron en violentos y caóticos disturbios.