Unas 300 personas murieron como consecuencia del ataque lanzado por Rusia sobre un teatro de la localidad ucraniana de Mariúpol, según las autoridades locales, que han recordado que junto al edificio había escrito la palabra "niños" para advertir de que dentro había civiles.
El ataque se produjo el 16 de marzo y, hasta ahora, no se había ofrecido un balance aproximado de víctimas. El Ayuntamiento ha asegurado que serían unas 300 las víctimas mortales, a partir de lo que han declarado testigos.
Las autoridades han expresado su pesar por "todas las víctimas inocentes de la loca guerra librada contra Ucrania", iniciada el 24 de febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Moscú ha justificado el ataque al teatro alegando que era un objetivo militar, pretexto similar al que ha utilizado en otros incidentes polémicos como el bombardeo a un hospital de la misma zona o el reciente ataque sobre un centro comercial a las afueras de Kiev.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos estima que 1.035 civiles han muerto en Ucrania desde que estalló el conflicto, entre ellos 90 niños. Sin embargo, asume que la cifra real de víctimas será "considerablemente mayor", en parte por la falta de datos que hay sobre lo ocurrido en áreas como Mariúpol.