Cuando Sam Bankman-Fried fundó FTX no imaginaba que, al día de hoy, se convertiría en el tercer exchange de criptomonedas más importantes del mundo. Con sede en Bahamas, la compañía tiene un intercambio diario promedio de 10.000 millones de dólares y un volumen de más de un millón de usuarios.
En efecto, pasaron pocos años y con el boom cripto, se convirtió en CEO de una compañía multimillonaria. Y él mismo, con solo 30 años, es hoy una de las personas más ricas del planeta. A tan corta edad, solo Mark Zuckerberg lo supera en rapidez para hacerse tan pero tan rico.
Y la plata, además, se sigue acumulando en su cuenta bancaria y ya no sabe cómo ni en qué gastarla. “Rápidamente te quedás sin formas realmente efectivas de hacerte más feliz gastando dinero”, dijo a Bloomberg.
Por eso, anunció que donará el 99% de su inmensa fortuna, que está estimada en la friolera de 26.500 millones de dólares, según ha publicado la revista Forbes. Con 265 millones de la misma moneda tampoco se vive tan mal.
Es que la vida de este joven hijo de profesores y recibido en la carrera de Física en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) es verdaderamente frugal, casi la de un chico de clase media baja.
En su entorno aseguran: “Maneja un Toyota Corolla, no tiene problema en pasearse descalzo, duerme al lado de un escritorio y cuando no está en la oficina se queda en un apartamento con otros diez amigos…”.