No es bueno que pases todo el día encerrado en casa, especialmente si esto termina convirtiéndose en un hábito. La clave de todo en la vida está en el equilibrio; por lo mismo, ninguna conducta en exceso es buena, ya que rompe con ese balance que se requiere para que estemos bien.
El hecho de que pases todo el día encerrado en casa, por sí solo, no quiere decir que tengas algún trastorno, problema o deficiencia.
En el mundo contemporáneo es posible permanecer en un mismo sitio y realizar infinidad de actividades desde allí. El problema es que, sin darte cuenta, terminas creando un estilo de vida que no es saludable.
A veces, esta conducta de no salir a ninguna parte, sí obedece a una dificultad o es la expresión de un estado problemático. Que pases todo el día encerrado en casa, por mucho tiempo, eventualmente constituye una señal de que estás deprimido, o tienes ansiedad, o ambos problemas.
Todo el día encerrado en casa
Lo usual es que todo comience como algo casual. No quieres quitarte el pijama o te entretienes con el móvil y se te va el tiempo, o simplemente está lloviendo o haciendo mucho calor y entonces decides quedarte todo el día encerrado en casa. Hasta ahí, todo es perfectamente normal porque a veces simplemente queremos descansar de todo lo externo.
La dificultad aparece cuando esto se convierte en un hecho repetitivo. Lo primero que se ve afectado es tu horario de actividades. Lo más usual es que comiences a levantarte más tarde y también a acostarte de madrugada. Esto, a su vez, altera tus horarios de alimentación y poco a poco cambia gran parte de tus costumbres.
Si no sales, lo más probable es que termines teniendo solo vínculos virtuales con el mundo. Esto incluso puede ser cómodo para ti, ya que no exponerte a lo externo te libra de algunas presiones y aparentemente te otorga más control sobre diversas situaciones. Las cosas se hacen a tu modo. El problema es que estás en una burbuja y esto tiene consecuencias.
El cuidado de la salud
Uno de los aspectos más preocupantes es que tu salud puede salir afectada cuando acostumbras a pasar todo el día encerrado en casa. La primera consecuencia de no exponerte al sol es que tu organismo no podrá producir vitamina D, que es fundamental para mantener la buena salud en los huesos.
Adicionalmente, el estar la mayor parte del tiempo iluminado por la luz artificial, también tiene consecuencias sobre tu ritmo circadiano.
Ese ritmo permite sincronizar el tiempo de vigilia y de descanso, con los momentos de luz y oscuridad. La exposición constante a luz artificial es un factor que puede incidir sobre dichos ciclos y afectar tu descanso. Lo más común es que surjan episodios de insomnio predormicial o interdormicial.
No salir implica no tomar el sol y tampoco aire fresco. Los expertos señalan que esto incrementa el riesgo de padecer depresión, ansiedad o de desarrollar obesidad.
Así mismo, deteriora la vida social y te hace más propenso a caer en estados de fatiga mental. Como ves, pasar todo el día encerrado en casa no es precisamente saludable.
Un estilo de vida saludable
Salir de casa es saludable, principalmente cuando lo haces para dar un paseo. Mucho mejor si tal paseo te lleva a un lugar en donde haya naturaleza.
Un estudio de la Universidad de Glasgow, en Escocia, señaló que quienes tienen este hábito presentan menos problemas de salud que los que pasan mucho tiempo encerrados.
El contacto con la naturaleza ha probado ser un factor que mejora el estado de ánimo, tranquiliza y revitaliza. Además de esto, salir te conduce a observar un escenario diferente al que tienes en tu casa y esto tiene un impacto positivo en la mente y en las emociones. Las rutinas excesivas y ver siempre los mismos sitios, te privan de nuevos estímulos y eso empobrece tu cerebro.
Además, saliendo de tu casa es como se entra en contacto directo con otras personas, a distintos niveles. El solo hecho de ver otras personas enriquece tu mundo social. Mucho más si estableces una conversación o compartes algún momento con ellos. Salir de tu pequeño mundo para encontrar el mundo de los demás es algo que te ayuda a crecer.
Lo que recomiendan los conocedores es dar, al menos, un paseo diario de 45 minutos. Lo más indicado es que lo hagas de día para aprovechar el sol. Se trata de una pequeña medida que no solo incide positivamente en tu salud, sino que cambia tu rutina y mejora tu estado de ánimo.