La expectativa puesta en el partido entre el local Quilmes y Gimnasia de Mendoza, no estuvo para nada a la altura del desarrollo del espectáculo, empañado por una agresión que sufrió el arquero del equipo mendocino, Brian Olivera, cuando todos los jugadores se disponían a iniciar el segundo tiempo.
Inmediatamente tras ser agredido, Olivera comenzó a pedir atención médica y el cuerpo ingresó al campo para saber de qué se trataba. Tras unos minutos aguardando que se reponga, terminaron sacándolo en camilla y, posteriormente, el árbitro José Carreras decidió suspender el encuentro.
Este domingo, desde la Asociación del Fútbol Argentino emitieron un comunicado acerca del hecho concretamente y la posterior suspensión. "La AFA, a través de su Presidente Claudio Tapia y todo su Comité Ejecutivo, manifiestan su absoluto repudio por los hechos de público conocimiento ocurridos en cancha de Quilmes, en el partido del torneo reducido entre el local y Gimnasia de Mendoza", comenzó exponiendo el comunicado.
"Es importante poder comprender de una vez por todas que los partidos de fútbol deben ser una fiesta para los protagonistas e hinchas. Esta clase de episodios lamentables, encabezados por un puñado de inadaptados, no hacen más que empañar lo que debería ser una verdadera jornada de alegría y pasión", agregaron.
Sin embargo, la comunicación de la AFA evitó anticipar una medida y es lógico, porque es competencia del Tribunal de Disciplina determinar qué va a suceder con el partido. Hay polémica en puerta.