A casi una semana de realizada, la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 continúa desatando repercusiones inesperables, inimaginables y desafortunadas, centrada en la figura de Barbara Butch, DJ e icono LGBTIQ+. La presentación, que algunos interpretaron como una mofa al famoso cuadro "La última cena" de Leonardo Da Vinci, llevó a Butch a recibir una avalancha de insultos y amenazas de muerte a través de Internet por personas que adscriben a religiones cristianas.
¡SE OFENDIÓ! Sí señores, la judía activista LGBT que participó en la inauguración espantosa de los Juegos Olímpicos en Francia haciendo mofa de la última cena, se queja y amenaza con proceder penalmente a todo aquel que siga acosándola.
— Jean Carlo Portillo (@jeancarlopmag) July 30, 2024
«Actualmente, ha presentado varias… pic.twitter.com/huNdXZFsNS
LA INVESTIGACIÓN POLICIAL
La Policía francesa abrió una investigación formal tras la denuncia presentada por Butch, que reportó acoso, amenazas de muerte e insultos en Internet.
Audrey Msellati, abogada de la ahora mundialmente famosa Butch, aclaró que la acción legal no se dirigía contra ninguna persona en particular, sino contra los mensajes discriminatorios basados en la religión o la orientación sexual que su clienta recibió.
La investigación está a cargo de una unidad especializada en delitos de odio de la Policía de París.
APUNTAN A LA REPRESENTACIÓN
La controversia, que surgió durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, tuvo a Butch como protagonista de un espectáculo que, según los críticos, parodiaba "La última cena".
Sin embargo, los organizadores del evento insistieron en que la presentación no estaba inspirada a priori en el famoso cuadro de Da Vinci, sino en "El festín de los dioses", una representación pagana de origen griego en otra obra artística, posterior a la renacentista de Da Vinci.
Esta explicación busca subrayar la intención de celebrar la diversidad y la tolerancia, y no de ofender a ningún grupo religioso.
RESPUESTA DE LOS ORGANIZADORES
Thomas Jolly, director artístico de la ceremonia, defendió la puesta en escena, remarcando que no había intención de faltar al respeto a los sentimientos religiosos. Los organizadores expresaron que la idea era celebrar la tolerancia comunitaria y no herir sensibilidades.
A pesar de estas aclaraciones, algunos sectores de la comunidad cristiana, incluidos los obispos católicos franceses, se sintieron ofendidos por la representación.
REACCIÓN DE LA DJ LGBTIQ+
Barbara Butch, conocida por su activismo y su trabajo en la comunidad LGBTQ+, declaró a través de su abogada que está dispuesta a luchar contra el acoso que recibió.
"Es fuerte, salió del estado de shock y está dispuesta a luchar de muy buena manera. Y también está orgullosa porque sabe que fue un gran honor para ella representar a Francia", afirmó la letrada Audrey Msellati.