Atlético de Madrid empató esta tarde 0-0 con Espanyol, por la tercera fecha de la Liga de España. El equipo de Diego Simeone tuvo de arranque a los argentinos Julián Álvarez, Nahuel Molina y Rodrigo De Paul, además de contar con unos minutos en el final con Ángel Correa, pero no logró romper el cero en el Metropolitano, y sumó así su segunda igualdad en tres fechas.
El imponente ambiente que se vivió en el Cívitas Metropolitano tuvo una relación directa con la expectativa que despertaba en los hinchas el renovado Atlético de Madrid. Después de la goleada frente al Girona y el emocionante empate contra el Villarreal en el debut de La Liga, el Colchonero llegó a la tercera fecha con la obligación de ganarle a un rival que en sus dos primeras presentaciones no había convertido en sus dos derrotas en fila.
A los 5 minutos de iniciado el espectáculo, una gran proyección de Rodrigo Riquelme encontró a Julián Álvarez en el centro del área; y la Araña resolvió con una categoría que hizo brillar a Joan García, quien evitó lo que hubiera significado la primera conquista del cordobés con la camiseta del Aleti. En la escena siguiente, una asistencia perfecta de Rodrigo De Paul le permitió a Samuel Lino penetrar en la defensa catalana, pero el palo le ahogó el grito al lateral brasileño. No había dudas: el Espanyol iba a sufrir en la capital española.
Antes de llegar al cuarto de hora, otro envío del volante campeón del mundo surgido en Racing, dejó a Alexander Sørloth en las puertas del gol, pero el delantero noruego no estuvo fino, y su cabezazo se fue desviado. El combinado de Diego Simeone imponía condiciones, pero el marcador todavía se mantenía en blanco.
La respuesta de la visita se dio después de un gran cambio de frente de Álvaro Aguado para Alex Kral, quien dominó y buscó a Alejo Véliz con un preciso centro que el es goleador de Rosario Central no pudo capitalizar. Fue un llamado de atención para los del Cholo, que de inmediato gestaron una gran combinación entre Samuel Lino y Rodrigo Riquelme, aunque en la definición de la jugada, Sørloth molestó a Julián Álvarez y el noruego terminó la jugada con un disparo ancho. Como si se tratara de una teoría de Marcelo Bielsa, en esa oportunidad los dos centrodelanteros se chocaron y fueron contraproducentes para el equipo.
La pausa de hidratación le vino bien al Espanyol. Las indicaciones de José Manuel González Álvarez hicieron reaccionar a los intérpretes, que en la reanudación del pleito Javi Puado se asoció con Alejo Véliz y el atacante que pertenece al Tottenham puso a correr a Álvaro Aguado, quien llegó hasta el fondo y lanzó un venenoso centro para que el propio Puado termine la acción. De milagro no se dio la sorpresa, dado que el disparo del español había dejado fuera de escena a Jan Oblak. Cuando la pelota se fue al techo del arco, los corazones albirrojos volvieron a latir.
Para el complemento, Simeone decidió mover el avispero al reemplazar a Nahuel Molina, Samuel Lino y Julián Álvarez por Marcos Llorente, Pablo Barrios Rivas y Antoine Griezmann; pero lejos de lo que marcaban los pronósticos Alex Kral tuvo la apertura del marcador en la primera jugada del segundo tiempo. Pero al checo le faltó convicción y la igualdad se mantenía en Madrid.
El suspenso se instaló cuando Llorente construyó una pared magnífica con De Paul y envió un buscapié para complicarle la vida a Joan García. El arquero dejó un rebote corto y Koke se apresuró para enviar la pelota hasta el fondo de la red. Sin embargo, la intervención de Rodrigo Riquelme obligó al VAR a revisar el tanto del Colchonero. Y después de trazar las líneas, las autoridades decidieron anular el gol por una posición adelantada del volante español. Para el Cholo se trató de “mala suerte”, pero la realidad es que le faltó picardía al atacante con pasado en el Bournemouth, MIrandés y Girona.
Los ingresos de Ángel Correa y Reinildo, en lugar de Rodrigo De Paul y Alexander Sørloth no modificaron la tendencia del choque. El Atlético de Madrid se quedó sin piernas y sin ideas hasta que el cronómetro de Ricardo de Burgos Bengoetxea continuara hasta la finalización del pleito. Un empate que dejó un sabor amargo en el dueño de casa y fue celebrado como una victoria en Cataluña. En el inicio de la temporada, el Colchonero volvió a perder puntos que podrán tener serias consecuencias en las instancias decisivas. Aunque para ello, todavía falta mucho camino por recorrer.