Después de varios días de demora, en las últimas horas se habría concretado la reunión entre el presidente de Unión, Luis Spahn, y el entrenador Cristian González. Una enorme expectativa en la gente, ya que las declaraciones de Kily luego del partido ante Talleres denotaron discrepancias y falta de acción.
Algo que no suele darse y por eso la sorpresa, por la arremetida de un empleado hacia el empleador. Entonces, se esperaba que el mano a mano sea picante y quizás con una definición. Por lo que pudo saber Diez en Deportes, el mandamás rojiblanco se plantó ante algunas condiciones y le transmitió el deseo de que continúe. Incluso con la revelación del presupuesto que habría para potenciar el plantel, atendiendo también a que la clasificación a la Sudamericana está muy cerca, pero no cerrada.
Del otro lado hubo insistencia de hacer el esfuerzo para dar el salto de calidad y quizás no alcance. Las chispas se dieron como siempre, pero con sensaciones finales que serían auspiciosas. A esto también se sumó los jugadores que retener y que terminan contrato el 31 de diciembre.
En algunos casos, pese al deseo, son inviables por las altas opciones de compra. También, el pedido de más viajes en avión para evitar el desgaste de los viajes en colectivo, lo que demanda una inversión cuantiosa. Los números preocuparían a Spahn, acostumbrado a priorizar la administración, pero también entiende que el 2025 es político y la decisión podría marcar un quiebre.
Lo importante acá es el cara a cara esperado, que seguramente no será el único y que tendría a Kily ahora con la pelota.