Durante el invierno, las bajas temperaturas, la humedad y la falta de sol pueden afectar la salud de perros y gatos. Aunque muchos tienen pelaje protector, ciertos factores los vuelven más vulnerables en esta época. Estar atentos a los primeros signos y reforzar algunos hábitos puede hacer la diferencia.
Problemas más comunes del invierno en mascotas:
1. Tos de las perreras (traqueobronquitis infecciosa)
Muy contagiosa, sobre todo en lugares donde hay varios perros. Se manifiesta con tos seca, arcadas y decaimiento leve.
2. Resfriados o cuadros respiratorios
Pueden aparecer con cambios bruscos de temperatura, humedad o corrientes de aire. En gatos también son frecuentes.
3. Dolores articulares o musculares
En animales mayores o con antecedentes de displasia o artrosis, el frío puede intensificar la rigidez y el dolor.
4. Alergias o irritaciones por calefacción y ambientes cerrados
El aire seco y con poco recambio puede afectar la piel, el pelaje o las vías respiratorias.
5. Infecciones urinarias
Beber menos agua y salir menos puede predisponer a infecciones, sobre todo en hembras y gatos.
Qué podés hacer desde casa para prevenir:
- Evitá los cambios bruscos de temperatura: al salir y entrar, procurá que el animal esté seco y abrigado si lo necesita.
- Mantené un espacio cálido pero ventilado: una corriente de aire constante o la falta de recambio pueden ser igual de perjudiciales.
- Ofrecé abrigo si lo necesita: perros de pelo corto, muy pequeños o mayores pueden beneficiarse con ropa térmica o mantas.
- No descuides el agua: cambiala seguido y asegurate de que esté a temperatura ambiente. Muchos beben menos por el frío.
- Seguí con la actividad física: aunque haga frío, el movimiento ayuda a mantener articulaciones sanas y buen ánimo.
- Reforzá la limpieza del entorno: sobre todo si tu mascota está más tiempo adentro. Ventilá y lavá camas, mantas y juguetes con frecuencia.
Cuándo consultar al veterinario:
– Si hay tos persistente, mocos o estornudos
– Si se muestra más decaído, inapetente o con fiebre
– Si cojea o tiene dificultad para moverse
– Si notás que toma poca agua o no orina con normalidad