En el baño del ala este de la facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, una curiosa figura permite el ingreso a cualquier persona. Mitad mujer, mitad hombre; mitad rosa, mitad celeste, en el baño “sin género” que se habilitó en el marco del Congreso Internacional de la Democracia, pueden entrar hombres, mujeres y trans. El decano Franco Bartolacci destacó la “fuerza simbólica” de la apuesta, que pretende deconstruir ciertas nociones propias del patriarcado. 

Consultado por la polémica que trajo el nuevo baño, Bartolacci señaló que “más que lío, trajo sorpresa” y celebró el debate que generó un baño sin mingitorios y abierto a todos.

“Hay una distinción binaria y patriarcal que hay que deconstruir en la sociedad contemporánea y esta decisión de implementar los baños sin género es una forma de iniciar el debate”, señaló y destacó que el espacio fue votado por la comunidad educativa en el Presupuesto Participativo de la facultad que se convirtió así en la única casa de estudios de Santa Fe con un espacio de estas características. Hay baños unisex en La Plata y Mendoza. 

En contacto con una radio rosarina, el decano explicó que desde 2011 se impulsan distintas medidas para garantizar los derechos de quienes pasan por la casa de estudios y estaba contemplada la construcción de un segundo baño para personas con discapacidad. Se planeó entonces una remodelación más ambiciosa.