Darío García recordó la vibrante final de 2006 entre Francia e Italia

El juez de línea santafesino habló con Diez en Deportes sobre lo que dejó aquella consagración Azzurra en el Mundial de Alemania y la expulsión de Zinedine Zidane por el cabezazo a Marco Materrazzi

"A nosotros nos dolió que perdiera Argentina. Fue un año en el que había buenas ternas, así que si perdía Argentina no garantizaba nadie. Se da la sorpresa de la derrota de Alemania y eso cambió todo. Cuando nos enteramos, nos abrazamos todos. Como argentinos, fue una responsabilidad enorme", relató en diálogo con LT10 el santafesino Darío García, uno de los asistentes de Horacio Elizondo, junto a Rodolfo Otero, en la vibrante final del Mundial 20006 frente el campeón Italia y Francia.

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Oriundo de San Guillermo, el colegiado contó detalles de lo que pasó en la previa de ese partido que marcó a fuego al arbitraje argentino por no cometer errores y aplicar bien el reglamento: "Hubo algo lindo. La decisión fue el 6 y la final el 9 de julio, por lo que pudimos disfrutar de todo el entorno durante tres días. Fue una alegría enorme de saber que ni si quiera un sueño era, sino un privilegio. Para mí era algo increíble, me tenía que pellizcar por lo que estaba viviendo".

"Si hay algo que tiene Horacio, es que se trata de todo un profesional. Es un obsesivo del trabajo que nos ayudó a crecer. Era un tipo que jugaba mucho con sus asistentes. Siempre consultaba y confiaba en nosotros. Nos llevamos bien. Eso sí, nos peleamos un montón de veces por cosas del fútbol (risas). Era buenísimo eso. Lo que pasó en el campo de juego fue el reflejo de lo que vivimos afuera. Sabíamos que Horacio era el capitán del equipo que, si le iba bien, a nosotros también", resaltó en Diez en Deportes.

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Precisamente algo relevante de la actuación de la terna argentina, la correcta implementación de las acciones: "Me tocó comer errores y después remarla, pero en ese Mundial no recuerdo fallas. Siempre nos juntábamos después de los partidos. Nos reunían a todos y si había equivocaciones había que pasar al frente y explicarlo, y jamás pasamos. Menos mal porque nuestro inglés no era bueno (risas). Recuerdo que lo más conflictivo fue en el primer partido, con goles ante Costa Rica muy finos. Pero después de eso nada importante. Todo muy a favor".

Luego sí, explicó qué paso en la tan memorable expulsión a Zinedine Zidane, la principal figura de aquel Mundial: "En esa jugada, si lo notan por televisión, queda claro por qué la ve el cuarto (árbitro). (Zinedine) Zidane lo mira a (Marco) Materazzi y sale al trate, entonces me posiciono para seguir la ubicación y ahí fue cuando vi cómo le pega el cabezazo. No había dudas al respecto, pero si interrogantes sobre si Materazzi había hecho algo para que pasara eso. Lo único que le digo a Horacio, previo a tocarle el hombro, es «Roja a Zidane». Se dio vuelta y lo expulsó. Fue un trabajo en equipo. Fue la frutilla del postre a lo que veníamos haciendo".

 

"Fue inolvidable, porque tuvimos que tomar una determinación en un partido muy importante. Fue algo quirúrgico y por eso nuestro trabajo fue sobresaliente", concluyó.