Estafa con loteos y viviendas: uno de los acusados aceptó su culpabilidad
Además, firmó una inhibición para desempeñarse como corredor inmobiliario y acordó una cifra económica en forma de compensación para las víctimas.
En un juicio abreviado, Agustín Storni, fue condenado como integrante de una asociación ilícita que realizaba estafas inmobiliarias entre 2014 y 2024.
Los estafados serían más de 100 por la venta de terrenos en todo el Gran Santa Fe. De los detenidos, dos son abogados, dos corredores inmobiliarios y tres particulares.
Martín Risso Patrón, abogado defensor de Storni, declaró al Móvil de LT10 que su cliente “no tiene participación en ningún hecho, trabajaba con el hermano que es el que está acusado de los mayores hechos”.
Además de aceptar la culpabilidad, firmó una inhabilitación para ejercer como corredor inmobiliario y arregló una compensación económica.
“La fiscal interpretó que formaba parte de una asociación o banda. Él va a aceptar una condena para salir de prisión y así recuperar la libertad. La condena es efectiva porque ya lleva 8 meses detenido y recupera la libertad por una libertad condicional” detalló.
Sobre la recompensación, acotó que se trata de un monto para las víctimas, que consiste en “lo que pudo juntar su mamá. Él llevaba una vida sumamente modesta, se movía en bicicleta, una situación totalmente distinta a lo de los otros imputados”.
Cómo operaba la banda que estafaba con loteos y vivienda en el Gran Santa Fe
Los inicios de la estafa datan de 2018, cuando comienzan a ofertar distintos inmuebles por redes sociales, en Sauce Viejo, Santo Tomé, algunos en Santa Fe, Colastiné Norte y Arroyo Leyes. Siempre la misma modalidad, ofertar terrenos que en realidad no tenían para la venta, simulaban identidades de los vendedores para el momento de la firma del boleto de compra y venta y de cesiones de acciones. Llegaron hasta a simular juicios, entre 20 y 30 en el fuero civil, donde se simulan juicios de escrituración.
La gente pagaba, hacían entregas, pagaban cuotas, y cuando llegaba el momento de escriturar, no se lo podía hacer.
Se hacían boletos con supuestas personas, que decían ser titular y el incauto comprador lo aceptaba como tal y como se hacia firmar el documento en una escribanía, donde ellos certificaban firmas y no contenidos, se le daba una aparente formalidad que hacía que la gente confiara.
En muchos casos llegaron a perder los terrenos, los créditos en el caso de los Procrear, y ahora deben seguir pagando las cuotas.
Audio: Martín Risso Patrón, abogado defensor
Su navegador no soporta audio HTML