Las tumbas del Convento de San Francisco: quiénes descansan en el lugar sagrado
Un rasgo característico de las iglesias antiguas, es el de ser usado como cementerio, donde yacen personalidades importantes como sacerdotes, realeza y figuras públicas de distinta índole.
Como todo templo antiguo, propio de la época colonial (comenzó a construirse en 1673 y la obra culminó en 1678), el Convento de San Francisco fue usado como cementerio, una práctica común en el ámbito cristiano, particularmente en pequeños poblados.
En un principio, las inglesias cristianas eran utilizadas como cementerios por dos razones: la cercanía a los mártires y la persecusión religiosa.
En primer lugar, se consideraba que ser enterrados cerca de los restos de los mártires les confería un mejor paso a la vida eterna.
Por otro lado, en los primeros siglos de la era cristina, los feligreses eran perseguidos y marginados por el Imperio Romano. Las catacumbas, que eran galerías subterráneas, daban un lugar seguro para enterrar a sus muertos y también para reunirse a celebrar el culto.
Con el tiempo, la práctica de enterrar a personas cristianas en los templos se convirtió en una tradición. En estos cementerios yacen personalidades importantes como sacerdotes, realeza y figuras públicas.
En el caso del Convento de San Francisco, descansan los restos, por ejemplo, del Brigadier Estanislao López y su esposa Josefa Rodríguez del Fresno, el Padre Miguel Magallanes (conocido por la tragedia del yaguareté), los frailes Adriano Rincón y León Martinengo, el canónigo Severo Echagüe y el exgobernador Cándido Pujato.
Brigadier López
El brigadier Estanislao López y su esposa, Josefa Rodríguez del Fresno, fueron enterrados en el Convento de San Francisco porque ambos pertenecían a la Orden Terciaria Franciscana. Se trata de una organización laica dentro de la Orden Franciscana, y la sepultura en el convento era habitual para los miembros de la orden.
Además, López era un líder de la provincia y fue enterrado con los honores correspondientes a su cargo de gobernador.
Es importante señalar que la Tercera Orden Franciscana es una rama de la Familia Franciscana que incluye a personas que no viven en comunidades religiosas, sino que viven su vida cotidiana en el mundo, pero se reúnen regularmente en fraternidades para llevar a cabo actividades de caridad y misión.
Adriano Rincón
El padre Adriano Rincón estuvo 60 años al frente del Convento de San Francisco. En 1955 fue elegido como guardián del Convento, función que ejerció en cuatro oportunidades; y director de la Escuela de San Francisco.
Desempeñó además los cargos de comisario nacional de la Venerable Orden Franciscana Seglar y asesor espiritual de la Tercera Orden.
El 29 de noviembre de 1993, fue declarado ‘ciudadano ilustre‘ por la Municipalidad y posteriormente, en 2002, fue galardonado con el Brigadier de Honor, por su meritoria e intensa labor pastoral y la constante ayuda a los pobres.
Cándido Pujato
El médico y político Cándido Pujato nació en Villa del Rosario en 1830 y falleció en Santa Fe en 1895. Fue intendente de la Ciudad de Santa Fe en varias ocasiones y vicegobernador, en ejercicio de la gobernación, de la Provincia de Santa Fe.
Pujato supo tener un vínculo especial con el Convento de San Francisco. Fue enterrado allí. debido a que era persona de gran devoción y ferviente religioso.
La orden franciscana del convento era muy respetada en la ciudad y Pujato tenía una fuerte conexión con la misma. Se presume que mantenía una relación personal con los frailes franciscanos, lo que contribuyó a que fuera enterrado en el lugar, al igual que el hecho de que se tratase de una figura pública.
El convento era un centro religioso sumamente importante en Santa Fe, y que allí enterraran a un personaje público era una forma de honrar su vida y su fe.
Para conocer más sobre la historia del Convento de San Francisco escuchá el Podcast de "Rastro Urbano":
https://open.spotify.com/episode/5YcPXtbEdrwDSiXlodAGiW?si=ZSzoAU1mRa-kdkruOQZ8Ug