Basílica de Guadalupe: la inmensidad de una obra inspirada en el gótico medieval
Su arquitectura, de estilo neogótico, fue una revelación entre los siglos XVIII y XIX, y evoca el romanticismo gótico del medioevo, con su imponente y elevada construcción.
¿Acaso puedo ocultar mi pensamiento a la mujer a la que más respeto, de la que no he recibido sino ternura y toda la bondad del mundo, a la mejor de las madres?
Horace Walpole
Diminutos ante el poder de Dios y su creación, las construcciones neogóticas recuperan las aspiraciones a la grandeza de la arquitectura gótica del período medieval, que simboliza la fuerte conexión con lo divino y su afán de elevación hacia la espiritualidad, hacia el cielo.
En nuestra ciudad, un claro ejemplo es la Basílica de Guadalupe, cuya historia comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando el capitán Don Juan González de Setúbal construyó en la zona un oratorio. Luego, el padre Miguel Sánchez llevó hasta allí una lámina de la Virgen de Guadalupe. A partir de entonces, los vecinos del lugar y de pueblos cercanos comenzaron a venerar la imagen sagrada.
En 1904 se fundó la Basílica de Guadalupe en Santa Fe, con la bendición de la piedra basal por Monseñor Boneo, y se inauguró el 8 de mayo de 1910
Hacia 1.917 los vecinos de Guadalupe solicitan al Obispo la creación de la Parroquia, dado que la zona dependía de la San Juan Bautista y muchas veces resultaba difícil llegar a la misma por el mal estado de los caminos y los precarios medios de movilidad con que se contaba.
Monseñor Boneo accedió al reclamo y en 1918 se creó la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, consolidando aún más la importancia religiosa y cultural que la Basílica tenía en Santa Fe.
El estilo neogótico de la Basílica de Guadalupe
La Basílica de Guadalupe fue diseñada con un claro estilo neogótico, que imita y reinterpreta los elementos del gótico medieval.
Surgió en el siglo XIX como una reacción contra el predominio del estilo neoclásico.
El diseño de la Basílica tiene especial énfasis en la verticalidad de su conjunto, con una impactante y esbelta fachada. El pórtico central cuenta con seis arcos ojivales y el mayor de ellos tiene 11 m de altura. Dichos arcos están soportados por columnas circulares y rectangulares
Las columnas, al igual que las que están junto a la puerta cancel, soportan el campanario, que tiene una altura de 51,20 m y posee una gran cruz de hierro forjado.
Desde el exterior se puede apreciar el claro estilo neogótico del edifico: amplios ventanales, una construcción elevada y esbelta, rosetones y numerosos motivos en la parte superior de las aberturas.
La puerta mayor del Santuario, realizada en roble de fina y recia talla, tiene, entre sus detalles, los escudos de San Pío X y Monseñor Boneo, dos hojas de palmeras talladas, en su parte superior la figura de cuatro querubines, y motivos de estilo neogótico.
La puerta cancel muestra los rostros de Jesús y de María con los mismos escudos de la puerta mayor, siguiendo el mismo estilo, al igual que las que dan al hall de entrada hacia la nave central y las que dan al frente en las entradas Este y Oeste hacia las naves laterales.
Los seis confesionarios ubicados en las naves laterales, hermosamente tallados, y las nueve puertas, datan del año 1910, cuando se inauguró el actual Santuario.
Detalles decorativos
Los vitrales que se encuentran en la parte superior del crucero y la nave central, al igual que los del frente del Santuario, pertenecen también a 1910, diseñados por Monseñor Boneo y el Arquitecto Arnaldi.
En las paredes del crucero y en las naves laterales del Santuario, nos encontramos con 14 cuadros llamados "VIA CRUCIS". Los mismos representan escenas, momentos de la pasión y muerte de Jesús.
Al respecto el párroco de la Basílica, Marcelo Blanche, explicó que esos cuadros fueron traídos desde Austria y colocados en 1918.
A su vez, el sacerdote, contó que “el altar que ahora reside en el camarín de la Virgen, fue en su momento el altar principal de la Basílica. Ahí se destacan las imágenes de San Pedro y San Pablo, junto a otras de la aparición de la Virgen en México. Este altar fue traído desde Alemania, colocado en 1910 y en 1918 fue trasladado al camarín”.
A los costados del altar mayor, en el lado este, está la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y del lado oeste, una imagen de San José, traídas desde Alemania”, agregó.
Los muebles de madera y materiales oscuros y pesados también son parte del típico decorado neogótico.
Así, la Basílica de Guadalupe representa una mirada hacia el medioevo, con una estética que recupera la esencia del gótico y su imponencia ante la mirada humana. La arquitectura neogótica también se utilizó en viviendas e importantes edificios gubernamentales.
Para conocer más sobre la historia de la Basílica de Guadalupe, escuchá el podcast de Rastro Urbano.