La final de la Liga Nacional de Básquet no da respiro. Este miércoles por la noche, desde las 22:10 en el Ángel Sandrín de Alta Córdoba, Instituto recibe a Boca en el cuarto punto de una serie apasionante, que tiene al Xeneize 2-1 arriba y a la Gloria obligada a ganar para seguir con vida. El título está cerca… pero todavía lejos. Y esta noche puede cambiar todo.

Tras un arranque positivo con victoria 82-69 en La Bombonerita, el equipo cordobés perdió dos partidos consecutivos —uno en suplementario y el otro en casa por apenas dos puntos— y quedó contra las cuerdas. La derrota 92-90 del pasado lunes dolió, no sólo por el resultado, sino por la forma: errores en momentos clave, baja eficacia y una sensación de que se escapó una gran chance.

"Estamos tirando muy mal, sobre todo al inicio. Nos está costando entrar en ritmo", admitió Lucas Victoriano, técnico de Instituto. En la serie, los números le dan la razón: apenas un 27% de efectividad en triples (23/85), en una final donde cada lanzamiento pesa.

Boca, por su parte, parece haber encontrado su mejor versión en el momento justo. Con la experiencia de nombres como Martín Cuello, quien fue clave en el tercer juego, y una notable mejora en la puntería (50% en triples y 60% en dobles en el último duelo), el equipo de Gonzalo Pérez llega con la chance concreta de liquidar la serie y coronarse campeón.

“Sabemos que Instituto juega con una energía altísima. Nos adaptamos a eso, lo igualamos, y hasta lo superamos. Pero aún tenemos margen para mejorar”, reconoció Cuello, que anotó 13 puntos en el tercer encuentro.

Del otro lado, Instituto confía en su reacción. Luciano Guerra fue una de las figuras en la caída del lunes, con 15 puntos en 17 minutos que casi fuerzan un final diferente. “Estamos convencidos de que podemos levantar esto. Tenemos que ajustar rápido y recuperar el espíritu del primer juego”, afirmó el base.

En una serie marcada por la fricción, la intensidad y los detalles, cada posesión se vuelve decisiva. Lo saben los protagonistas, lo perciben los hinchas y lo exige el contexto: la Gloria debe ganar para empatar la serie y forzar el quinto punto en Buenos Aires este sábado. Boca quiere evitarlo y celebrar en territorio enemigo.

El Sandrín será una caldera. Las cartas están sobre la mesa. La Liga Nacional escribe esta noche otro capítulo inolvidable. Y solo uno saldrá fortalecido de una batalla que, hasta acá, no tiene respiro.