Hubo un tiempo en el que Renegado era furor en la televisión de los 90 y Lorenzo Lamas era un verdadero sex symbol global. Interpretaba a Reno Raines, un policía acusado injustamente de asesinato que escapaba de prisión, cambiaba su identidad por la de Vince Black y se convertía en cazarrecompensas. Siempre con el torso al descubierto, melena larga, lentes oscuros y una Harley-Davidson negra y plateada como emblema.

La serie lo marcó para siempre. Aún hoy, su imagen musculosa y bronceada sobre la moto es una postal grabada en la memoria de quienes crecieron viendo televisión en esa década.

Del éxito al olvido

Lamas venía de una familia ligada al espectáculo: es hijo del actor argentino Fernando Lamas y de la estrella del cine clásico Arlene Dahl. Su carrera había comenzado con un pequeño rol en Grease (1978) y ganó notoriedad en los 80 como Lance Cumson, el nieto millonario de Angela Channing en Falcon Crest. Pero fue Renegado el papel que lo convirtió en ícono.

Sin embargo, tras el final de esa serie, su carrera no pudo sostener ese nivel de popularidad. Participó en películas clase B como Latin Dragon, Raptor Island y Sharknado 3, todas con escasa repercusión. También tuvo apariciones esporádicas en programas juveniles como Big Time Rush, pero sin el impacto esperado.

A todo esto se sumaron problemas económicos: informes en medios estadounidenses aseguraban que atravesó un derrumbe financiero, con deudas importantes.

Un giro inesperado: piloto de helicóptero

Con menos oportunidades en el mundo del espectáculo, Lorenzo Lamas optó por reinventarse. Recuperó su vieja licencia de piloto de helicóptero y desde hace algunos años se dedica a hacer paseos turísticos aéreos. Según reflejan sus publicaciones en redes sociales, es su ocupación actual y parece disfrutarla.

Hoy luce con el pelo corto y canoso, pero mantiene su bronceado característico y una actitud relajada, alejado de los flashes de la fama.

Amores agitados y escándalos familiares

Su vida amorosa fue tan intensa como su paso por la TV. Estuvo casado al menos cinco veces. Su primer matrimonio fue con la actriz Victoria Hilbert en 1981, pero duró poco. Luego se casó con la publicista Michele Smith, con quien tuvo dos hijos y una separación marcada por denuncias de violencia y acoso.

Su tercera esposa fue Kathleen Kinmont, también actriz. Después tuvo una relación con Daphne Ashbrook, con quien tuvo otro hijo, y luego se unió a la modelo de Playboy Shauna Sand, con quien tuvo tres hijas.

El mayor escándalo estalló cuando se supo que Sand lo había engañado con su hijo mayor, de apenas 18 años. Lamas, lejos de evadir el tema, dijo en una entrevista: “Tengo tendencia a intentar rescatar a las personas y a creer que puedo salvarlas”, como explicación a su historial de relaciones conflictivas.

El presente de un ícono

A sus 66 años, Lorenzo Lamas no intenta recuperar la fama perdida ni busca regresar con fuerza a los medios. Vive una vida mucho más discreta, lejos de los escándalos y los reflectores. Su historia es la de una estrella fugaz de los 90 que, tras tocar la cima, eligió el cielo literal: hoy surca los aires como piloto, llevando turistas por California. Una postal inesperada para quien alguna vez fue el Renegado más deseado de la televisión.