En una tarde cargada de tensión y necesidad, Colón logró lo que venía buscando hace semanas: ganar. El ajustado 1-0 sobre Almirante Brown en el estadio Brigadier López no solo significó tres puntos vitales, sino también el cierre de una racha negativa que comenzaba a pesar demasiado.

Fueron cinco derrotas consecutivas que alejaron al Sabalero de la zona de Reducido, pero con esta victoria, vuelve a acercarse al último lugar del lote que pelea por el ascenso.

El regreso de Luis Rodríguez le dio al equipo una energía distinta. Su sola presencia en el campo de juego y en las tribunas, donde su nombre volvió a sonar fuerte, marcó un quiebre emocional. Volvió a ponerse la rojinegra y el hincha respondió, mientras se espera la resolución final de AFA por los incidentes ante Mitre.

En lo futbolístico, el gol que le dio el triunfo a Colón también fue significativo. Hacía cinco partidos que el equipo no convertía —el último había sido el de Christian Bernardi en la victoria ante CADU—, por lo que romper esa sequía fue otro alivio para un plantel que venía golpeado.

Con este resultado, Colón no solo sumó, sino que también se sacó un peso de encima. Ahora, el desafío será sostener la reacción en una Primera Nacional que no da tregua y donde cada punto vale oro.