En esta ocasión participaron los pilotos titulares Isack Hadjar y Liam Lawson. La actividad en la pista de Imola también incluyó una sesión TPC (prueba con coches de temporadas pasadas) con Arvid Lindblad y un acto conmemorativo que presentó el Toro Rosso del año 2006.

El equipo con sede en Faenza desplegó tres monoplazas de Fórmula 1 de distintas generaciones: además del VCARB 02 —con el que Hadjar y Lawson recorrieron los 200 kilómetros permitidos por la FIA—, también se utilizó el AlphaTauri AT04, con una nueva decoración para 2025, pilotado por Lindblad, quien completó su tercer TPC. Asimismo, el Toro Rosso STR1 volvió a la pista, conducido por el austriaco Ingo Gerstl, que dio cinco vueltas para conmemorar los 20 años de Red Bull Racing.

Arvid Lindblad fue el primero en salir a rodar con el AT04, portando el número 40. Durante la mañana realizó una tanda de calentamiento y, por la tarde, se centró en simular el ritmo de carrera con tres stints de 11 vueltas bastante regulares. Luego llevó a cabo una simulación de clasificación, haciendo tres tandas de dos vueltas rápidas, marcando su mejor tiempo en el rango bajo del 1’18. La única incidencia fue un trompo en la curva de Tamburello, del que pudo salir sin dañar el coche. La meta principal del equipo era que el piloto acumulara la mayor cantidad de kilómetros posible, alcanzando un total de 530.

Isack Hadjar solamente participó en la sesión matutina y recorrió la mitad de los 200 kilómetros reglamentarios. A diferencia del primer Filming Day del año, en febrero, esta vez solo completó cuatro vueltas lanzadas. Por la tarde, Liam Lawson tomó el relevo y ejecutó un programa casi idéntico, cubriendo el resto de la distancia.

Para conmemorar las dos décadas de historia de Red Bull Racing, se volvió a poner en pista el Toro Rosso STR1 de 2006, el primer monoplaza del equipo de Faenza. Completó cinco vueltas: dos al final de la mañana y tres al inicio de la tarde. El encargado de pilotarlo fue el propietario del coche, el austríaco Ingo Gerstl, reconocido como uno de los coleccionistas más destacados de Toro Rosso en el campeonato Boss GP. El rugido del motor V10 no pasó desapercibido y cautivó al público presente en el circuito.