Unión volvió a ganar y lo hizo en casa, con su gente, en una noche que trajo alivio y esperanza. El 1-0 ante Estudiantes por la primera fecha del Torneo Clausura le puso fin a una racha de 10 partidos sin triunfos entre el torneo local y la Copa Sudamericana.

La última victoria fue el 4 de abril, también con un 1-0, ante Central Córdoba, gracias a un gol de Lucas Gamba. Desde entonces, el equipo acumuló cinco empates (se computa el de Copa Argentina ante Rosario Central que luego ganó por penales) y cinco derrotas, sumido en una irregularidad preocupante que lo había alejado de los primeros planos y lo había dejado comprometido en la tabla general. 

El triunfo ante el Pincha no solo significó cortar esa racha negativa, sino que además fue el primer triunfo de Leonardo Madelón en su cuarto ciclo como entrenador rojiblanco, lo que se vivió como un verdadero desahogo.

Unión mostró carácter, orden y eficacia para imponerse en un partido muy cerrado. El gol de Mauricio Martínez desató el festejo y le permitió al equipo comenzar el Clausura con el pie derecho, ilusionado con revertir su presente y escalar posiciones.

El desafío ahora será darle continuidad a este envión y ratificar lo hecho en casa cuando le toque salir a la ruta en la segunda fecha. Pero por lo pronto, el Tatengue se sacó una mochila pesada de encima y volvió a sonreír.