El cierre del libro de pases dejó una postal inesperada en Unión. Mientras los hinchas aguardaban por refuerzos de peso, lo que terminó ocurriendo fue un aluvión de incorporaciones juveniles, en su mayoría destinados a la Reserva. ¿Qué motivó esta estrategia?

Según pudo saber Diez en Deportes, la explicación radica en una necesidad puntual: el club no logró encontrar dentro de sus divisiones inferiores talentos consolidados en ciertas posiciones. Por eso, se decidió salir al mercado a buscar perfiles jóvenes que puedan ser trabajados y proyectados a futuro.

Algunos de estos nombres llegaron luego de ser seguidos de cerca por Nicolás Vazzoler, actual DT de la Reserva y pieza importante en la estructura de captación. La idea es clara: formarlos con la metodología del club y, en un mediano plazo, ponerlos en la órbita del plantel profesional.

Los nuevos juveniles que se sumaron en este mercado son:

Renzo Arsamendia (defensor central, Sarmiento)

Alan Sosa (delantero, 9 de Julio)

Renzo Rubio (lateral derecho, River)

Ricardo Solbes (delantero con pasado en las inferiores de Roma)

Ignacio Pedano (extremo, Talleres)

Más allá de que no eran los nombres esperados por el público, Unión apuesta a un proceso de mediano plazo. En tiempos donde los recursos son limitados y la formación vuelve a ser clave, el Tatengue redobla la apuesta por los jóvenes.