Luego de los incidentes en la escuela Nuestra Señora de Itatí, ubicada en barrio Varadero Sarsotti, la institución retomó la actividad con jornada reducida y personal policial presente en el lugar.

Allí, las clases habían sido suspendidas debido al hecho ocurrido el pasado martes que incluyeron la agresión a un docente, seis personas detenidas, patrulleros destruidos y cuatro policías heridos.

Se trata de una de las tantas instituciones de la ciudad dependientes y administradas por el arzobispado de Santa Fe.

Martín Pascual, delegado episcopal para la arquidiócesis habló del violento episodio, y afirmó que "es un incovenitente de tantos que se suceden. Hay una irritabilidad social que uno observa en general que trae sus conflictos".

En este marco, manifestó que "es necesario actuar con profesionalismo y tomar la decisión más adecuada. En estas situaciones hay protocolos de actuación y los docentes saben cómo actuar. Frente a ello se radica una denuncia. Acá eclosionó mal con la policía en el barrio".

En tanto, Pascual aseguró que "la persona violenta en particular irrumpió en la escuela en un par de ocasiones. Por otro lado, la policía ronda el barrio y es frecuente. En este caso, al acudir al lugar se generó el enfrentamiento en inmediaciones de la escuela".

Tras estos hechos, se decidió "una pausa pedagógica por seguridad de la familia y los docentes. Mientras que los días miércoles, jueves y viernes se brindó el servicio de comedor, mientras los docentes mandaban actividades a los grupos".

Finalmente, explicó que "es importante no ver esto como una fractura entre la escuela y el barrio. Todo lo contrario. Se volvió con más de 90% de asistencia de los niños. Tanto los docentes como las familias, están preocupados y apoyan a la escuela".

Audio: Martín Pascual, delegado episcopal para la educación de la arquidiócesis