Unión y una sequía de gol que lo complica en la pelea por la permanencia
El Tate sigue peleado con el arco y, pese a que hubo mejoras con la llegada de Leonardo Madelón, la ineficacia en ataque sigue siendo el gran déficit
Unión sigue arrastrando un problema que condiciona su presente: la ineficacia ofensiva. Más allá de contar con varios delanteros de distintas características, el equipo no logra encontrar un goleador. Tampoco desde el mediocampo aparece alguien que se destape, lo que reduce aún más la cosecha.
Los números del 2025 son elocuentes: entre el torneo local, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina, el Tatengue disputó 28 partidos y apenas convirtió 18 goles. Tener más encuentros que conquistas es una radiografía perfecta de la anemia ofensiva que lo mantiene en la pelea por no descender.
Leonardo Madelón es consciente del déficit y lo señaló puertas adentro, aunque por ahora sumar otro delantero no figura como prioridad entre los dos cupos disponibles. La apuesta pasa por mejorar la eficacia con las piezas que ya tiene, algo que hasta el momento no logró resolver.
Mientras tanto, cada partido se vuelve un desafío extra: para Unión, anotar un gol parece costar tanto como ganar un encuentro y esa combinación es un lastre difícil de cargar en un campeonato que no perdona.