El presidente de la Cámara Avícola Santafesina, Alejandro Coianiz, se refirió en diálogo con LT10 a la decisión del Gobierno Nacional de llevar a cero las retenciones para las exportaciones de carne, incluida la avícola, hasta el mes de octubre.

Al respecto, reconoció que la noticia tomó por sorpresa al sector: “Ayer estábamos todos sorprendidos con esta noticia y todavía no se terminaron de acomodar las variables o decir las expectativas con respecto a qué es lo que puede llegar a pasar”, sostuvo.

Coianiz planteó que, lejos de ser un beneficio inmediato, la medida genera incertidumbre por el lado de los costos: “El impacto más rápido y directo va a ser en el tema de costos, porque nuestro costo fundamental se basa en el cereal. Al quitarle las retenciones, el precio tiende a subir, aunque depende de muchas variables”.

En ese sentido, explicó que la soja ya mostró un incremento del 15% en los costos, mientras que el maíz se mantuvo más estable. Sin embargo, subrayó que el panorama es aún incierto: “Es muy pronto todavía la noticia. Hay que ver qué pasa con el precio a nivel mundial, porque tal vez Argentina si ofrece mucho cereal, el precio tienda a bajar. Hoy todo es especulación”.

En relación al comercio exterior, el titular de la Cámara Avícola indicó que la medida no tendrá impacto en el corto plazo: “La avicultura hoy se encuentra con el mercado exportador cerrado por un tema sanitario. Creemos que tal vez en octubre pueda levantarse, pero es otra incertidumbre. En lo inmediato no nos modifica porque no estamos exportando”.

Coianiz también hizo foco en la competencia con el pollo importado desde Brasil, en particular en el corte de pechuga: “El principal problema lo tenemos sobre la pechuga, que es el corte de mayor valor. Nos sirve exportar el resto de las partes, pero hoy no lo tenemos habilitado”.

Sobre el mercado interno, reconoció que el precio del pollo se mantiene estable desde hace un año: “Estamos vendiendo hoy al mismo precio que en septiembre de 2024. Aunque parezca mentira, el pollo se maneja por oferta y demanda, más allá de los costos. Hoy por hoy estamos hablando de 2.000 o 2.100 pesos el kilo, que es muy barato para una proteína animal”.

Finalmente, expresó que la industria atraviesa un escenario complejo: “La industria necesita un poco más de precio porque no estamos cómodos, pero no creo que dé el mercado para trasladar aumentos. Hoy por hoy lo que predomina es la cautela”, concluyó.

Audio: Escucha la entrevista con Alejandro Coianiz