El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer este jueves el nivel de pobreza correspondiente al primer semestre de 2025. Según estimaciones de consultoras y observatorios privados, el indicador mostraría una importante baja en relación con el mismo período de 2024, cuando había alcanzado el 52,9%.

De acuerdo con las proyecciones elaboradas en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) por el Cedlas y el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, durante el primer trimestre del año un 31,5% de la población se encontraba por debajo de la línea de pobreza y un 6,9% en situación de indigencia. En números absolutos, se traduce en cerca de 15 millones de personas pobres, de las cuales 3,3 millones son indigentes.

Si se compara contra el último trimestre de 2023, bajo la gestión de Alberto Fernández y sin el pago de aguinaldos, el saldo es que alrededor de 3 millones de personas lograron salir de la pobreza en el primer tramo de la administración de Javier Milei. Una cifra que, no obstante, dista mucho de los 12 millones que el oficialismo suele destacar en su discurso.

Sin embargo, especialistas advierten que la mejora podría tener un freno en los próximos meses: los salarios reales dejaron de crecer y el efecto de la desaceleración inflacionaria podría no reflejarse con igual intensidad en los ingresos familiares.

A ello se suma la discusión metodológica. La medición de la pobreza por ingresos sigue realizándose con la canasta de alimentos y servicios construida a partir de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 2004, cuando debería aplicarse la de 2017-2018, que otorga un mayor peso a los servicios y modificaría la valoración final.

Según cálculos privados, la pobreza del primer semestre de 2025 se ubicaría por debajo del 35%, lo que marcaría una fuerte baja respecto del mismo lapso de 2024, pero aún reflejaría la persistencia de un problema estructural que afecta a millones de argentinos.