Santa Fe atraviesa un proceso de renovación de sus redes de agua potable y cloacas que genera modificaciones en el tránsito. Darío Boscarol, miembro del directorio de Aguas Santafesinas, explicó en LT10 los detalles de las obras y expresó que están “avanzando a un ritmo, por encima de la curva” y reconoció que se están “generando algunos inconvenientes pero me gustaría dar el contexto sobre cuál estamos haciendo estas acciones”

El referente de la empresa detalló que “La ciudad de Santa Fe tiene una red de agua potable en el microcentro y macrocentro con una antigüedad de alrededor de 100 años. Y la red cloacal de la ciudad tiene una antigüedad de 50 años en la mayoría de los sectores de la ciudad. Nunca se han tocado estas redes, no se han renovado absolutamente nada en estos 100 años y 50 años”.

El directivo destacó que la rotura de cañerías y la falta de presión en algunas zonas durante el verano se deben a la antigüedad de la infraestructura. “La empresa y la provincia, producto de un atraso tarifario y de situaciones de falta de financiamiento, venía tapando agujeros, venía poniendo parches. La decisión de este gobierno provincial, de la actual gestión de Pullaro y de ASSA es atacar el problema de fondos”, indicó.

El plan de renovación contempla una inversión de 86 millones de dólares en toda la provincia, de los cuales 5 millones se destinarán a la red de agua y 15 millones a la red cloacal en Santa Fe. Boscarol detalló la tecnología aplicada: “Se está aplicando una metodología que se llama cracking, que es la renovación de los caños con una mecánica, un sistema, una tecnología donde no se abre zanja. Directamente se va rompiendo el caño viejo y se arrastra el caño nuevo sin tener que abrir la zanja para cambiar este caño”.

Respecto a los trabajos en Urquiza y Francia, que generan cortes y desvíos, explicó: “El frente de trabajo se va haciendo a 100 metros. Se abre 100 metros, se interviene, se avanza otros 100 metros y se comienza a reparar los procedimientos anteriores. Por supuesto que al entrar en zonas como Francia o Urquiza los inconvenientes con respecto al tránsito son mayores que cuando estábamos en San Lorenzo o en otras calles”.

La renovación incluye la instalación de micromedidores: “Se van recambiando las cajas donde se alojan las llaves y donde no tienen micromedidores se le incorporan las micromediciones y se cambian todas las condiciones domiciliarias desde la cañería troncal hacia el domicilio... El 100% de los frentistas por donde pasa el cracking se le ponen los micromedidores”.

Además, se trabaja en regularizar conexiones de aguas pluviales hacia la cloaca: “Tuvimos numerosas consultas en el área comercial donde se le dio la indicación de cómo hacer estas correcciones” y agregó que “entre 30 días aproximadamente volveremos a hacer las inspecciones para ver si se ha corregido esto y luego, si no, ya intervendremos con la municipalidad para poder ingresar al domicilio y generar las multas y las acciones correspondientes”.

Finalmente, Boscarol adelantó sobre la renovación de la cloaca máxima: “La semana que viene se firma el contrato y se comienzan las tareas. Probablemente haya una semana más, digamos, de acomodar los seguros y los papeles para que se comiencen las tareas específicas, pero a partir de la firma del contrato está habilitada la empresa para comenzar las tareas”.

Audio: Escucha a Dario Boscarol