Te contamos como son los trajes de refrigeración para el extremo calor
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) anunció nuevas medidas para proteger a los pilotos y equipos durante el Gran Premio de Singapur, declarado por primera vez como una carrera de “riesgo por calor”. Las altas temperaturas previstas —superiores a los 31 °C con una humedad cercana al 80%— obligaron a homologar sistemas de refrigeración específicos tras las duras experiencias del GP de Qatar 2023, donde varios corredores requirieron asistencia médica.
Durante el fin de semana en Marina Bay, será obligatorio instalar dispositivos de enfriamiento en los monoplazas (con un peso de 5 kg). Además, los pilotos tendrán la opción de usar chalecos refrigerantes. Si deciden no utilizarlos, los equipos deberán añadir medio kilo extra al peso del coche para equilibrar el reglamento.
El desafío físico es enorme: dentro del habitáculo la temperatura puede alcanzar los 55 °C, con carreras que se extienden por casi dos horas. Según el medio especializado Soy Motor, estas condiciones suponen una exigencia inédita para la resistencia de los pilotos.
La FIA autorizó un sistema desarrollado por Chillout Motorsports, denominado Cypher Pro Micro Cooler. Este traje incorpora 50 metros de conductos internos por donde circula líquido refrigerante, gestionado por un microprocesador y una unidad independiente del coche. Cumple además con las normas de resistencia al fuego, requisito fundamental en la Fórmula 1. Se prevé que en 2026 el sistema pase a ser obligatorio e integrado en los autos, como ya ocurrió con el halo.
En Aston Martin, Fernando Alonso y Lance Stroll confirmaron que competirán con el chaleco refrigerante. El director técnico, Enrico Cardile, explicó que la medida resulta clave, ya que otras alternativas para reducir el calor, como abrir branquias en la tapa del motor o ampliar conductos de freno, penalizan la eficiencia aerodinámica y la velocidad. Alonso ya probó el sistema en Monza, con buenos resultados previos a Singapur.
La FIA fijó el umbral de activación de estas medidas en 31 °C de temperatura ambiente, medida por estaciones en el circuito. En el interior del coche, el calor suele superar los 60 °C y puede provocar pérdidas de hasta 4 kilos de peso corporal por deshidratación, según reconoció Lewis Hamilton.
Otros pilotos también compartieron su visión. Carlos Sainz señaló que el traje aún tiene un tiempo de funcionamiento limitado, aunque cada vez más eficiente: “Antes duraba unos 30 minutos; ahora esperamos que aguante una hora. Si funciona, genial, se sufre menos; si no, correremos igual”. El español destacó que la combinación de calor y humedad es lo que realmente multiplica la dificultad en Singapur.
Por su parte, el argentino Franco Colapinto subrayó que la cita asiática es una de las pruebas más duras del calendario: “Será un verdadero reto ver cómo se adapta mi cuerpo a estas condiciones extremas”.
El Gran Premio de Singapur se presenta así como una auténtica prueba de resistencia, tanto para la tecnología de los monoplazas como para la capacidad física de los pilotos.