Polémica por el cambio de nombre del feriado del 12 de octubre
La historiadora Magdalena Candioti cuestionó por LT10 la decisión del Gobierno de volver a llamar “Día de la Raza” al 12 de octubre. Sostuvo que la medida implica “negar nuestro propio pasado prehispánico” y representa un retroceso frente a los consensos alcanzados en América Latina.
La decisión del Gobierno nacional de eliminar la denominación “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, instaurada en 2010, y volver a referirse al 12 de octubre como “Día de la Raza”, reabrió un debate profundo sobre la manera en que Argentina y la región interpretan el pasado colonial y la identidad americana. La medida, impulsada por la gestión de Javier Milei, fue interpretada por especialistas como un gesto político cargado de simbolismo y alineado con sectores conservadores que reivindican la herencia hispánica.
En diálogo con LT10, la doctora en Historia Magdalena Candioti, especialista en historia social, esclavitud, abolición y racialización, analizó las implicancias del cambio y opinó que “Me parece que como toda conmemoración se entiende en un contexto y quiere dar un mensaje”, sostuvo la especialista, y agregó: “En este caso el gobierno está tratando de producir un rechazo a lo que definió como agenda ´Woke´, como una agenda progresista, y quiere manifestar los rechazos de la manera que fuera, sin pensar en la importancia que tiene para las personas muchas de esas conmemoraciones”.
Candioti recordó que el cambio de nombre impulsado en 2010 por Cristina Kirchner no fue una iniciativa aislada, sino parte de un proceso continental: “Esa denominación no es algo que se cambió solo en Argentina, fue cambiando en una multiplicidad de países de América Latina, sobre todo desde el contexto del quinto centenario de la conquista, en 1992, cuando empezó a incrementarse el debate sobre que no hubo un encuentro, sino una conquista”.
La historiadora explicó que originalmente, cuando Hipólito Yrigoyen estableció el feriado en 1916, se buscaba “enfatizar la idea de una concordia y una pertenencia a una misma raza”, en el marco de la relación con España. “Con el tiempo —agregó— se fue enfatizando que hubo vencedores y vencidos, una cultura que supuso el exterminio y la explotación de otras”.
Para Candioti, el actual gobierno intenta “negar la complejidad” de ese pasado y volver a centrar la mirada “en la idea de evangelización y civilización”. En ese sentido, sostuvo que la medida “es como negar nuestro propio pasado prehispánico y nuestro propio presente, porque también es decir que nos ligamos en esta celebración solo a la memoria de la hispanidad”.
La investigadora advirtió que el discurso oficial se alinea con “una agenda política de sus aliados, como VOX, el partido de ultraderecha español, que sigue celebrando solo la herencia hispana”. Y añadió: “Desde América, volver a reivindicar solo ese costado es más que curioso. No conecta con lo que un montón de personas fueron construyendo y pensando sobre lo que significó la conquista y la valorización de nuestras herencias múltiples”.
Finalmente, Candioti remarcó que reducir el 12 de octubre a una celebración de la herencia europea “implica negar el dolor y el sufrimiento de los pueblos originarios”. “Tenemos una historia de resistencia —dijo—. En muchos lugares, como en Paraná se celebra el contrafestejo o en Uruguay, se conmemora el 11 de octubre como el último día de la libertad, para recordar que hubo una historia anterior que fue reprimida y que no se puede borrar de un plumazo”.
Audio: Escucha la entrevista con Magdalena Candioti
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