Ricky Rivera se prepara para vivir uno de los momentos más importantes de su carrera: enfrentar a la Selección Argentina, campeona del mundo. El delantero, que alguna vez vistió la camiseta de Unión de Santa Fe en las divisiones inferiores, hoy es el máximo goleador de la historia del seleccionado de Puerto Rico y una de sus grandes figuras.

A los 28 años, Rivera es una de las referencias del conjunto caribeño que esta noche, desde las 21, se medirá con la “Scaloneta” en el estadio del Inter Miami, en un amistoso que ya se considera histórico para el fútbol boricua. “Será un día inolvidable. Queremos demostrarle al mundo que en Puerto Rico también se juega al fútbol”, expresó el atacante, quien actualmente milita en el Miami FC, de la segunda división de Estados Unidos.

Su recorrido tiene paradas poco comunes. De adolescente viajó a la Argentina y se formó en las inferiores de Unión, donde vivió unos meses en la pensión del club. “Me encantó la pasión con la que se vive el fútbol allá. Esos meses en Santa Fe me marcaron para siempre, me hicieron ver el deporte con otra intensidad”, recordó. Después, siguió su camino por España y más tarde dio el salto al fútbol estadounidense, donde fue creciendo hasta consolidarse en el Miami FC.

Rivera, que lleva 18 goles en 32 partidos con la selección de Puerto Rico, reconoce que jugar contra Messi y compañía será un desafío enorme, pero también una experiencia para disfrutar. “Vamos a salir a competir, a dar lo mejor. Sabemos que Argentina es el mejor equipo del mundo, pero queremos que vean que nosotros también podemos jugar”, señaló.

El delantero contó que admira a Harry Kane y a Luis Suárez, y que en el amistoso intentará intercambiar su camiseta con Julián Álvarez. “A Messi es difícil llegar, así que voy por la de Julián. Ya veremos si se da”, dijo entre risas.

Hoy, Ricky Rivera no solo representa a su país, sino también a ese puñado de sueños que nacieron lejos de casa, en las canchas de Casasol y en los pasillos de la pensión tatengue. Desde aquel paso por Unión hasta su presente en Miami, su carrera refleja una historia de esfuerzo, crecimiento y amor por el fútbol.