Colón regresó este lunes a los entrenamientos en su predio, con Ezequiel Medrán al frente del plantel, que se dividió en tres grupos para optimizar las tareas según la situación de cada jugador.

Los juveniles trabajaron junto al equipo de Reserva, buscando mantener su desarrollo y sumar minutos de calidad. Por otro lado, los futbolistas cuyo contrato culmina el 31 de diciembre realizaron ejercicios diferenciados, mientras que los jugadores con vínculo vigente hasta 2026 siguieron con la rutina habitual bajo la supervisión del entrenador.

El cuerpo técnico diagramó un cronograma que contempla entrenamientos durante lo que resta de octubre, un receso a mediados de noviembre y la vuelta a la actividad a mitad de diciembre, en la antesala de la pretemporada. La idea es mantener al plantel en ritmo, independientemente de la definición que tome la nueva dirigencia sobre el proyecto deportivo y la continuidad de Medrán, luego de las elecciones programadas para el 30 de noviembre.

En cuanto a la actualidad institucional, Colón llegó al cierre de la fase regular de la Primera Nacional con un triunfo frente al CADU, pero con la eliminación del torneo ya confirmada. En las últimas semanas se tomó la decisión de rescindir el contrato de Joel Soñora y se busca avanzar con otros futbolistas en situación contractual delicada para definir salidas anticipadas, mientras se proyecta la organización del plantel para la temporada que viene.

Con el foco puesto en mantener la intensidad de los entrenamientos y consolidar el trabajo físico y táctico del equipo, Colón encara las últimas semanas del año con la mirada puesta tanto en la planificación deportiva como en la transición dirigencial.