Unión volvió a festejar fuera de casa y uno de los nombres propios que volvió a destacarse fue el de Mateo Del Blanco, quien aportó una nueva asistencia en el triunfo ante Newell’s en Rosario, reafirmando su excelente presente en el Torneo Clausura.

El zurdo, que ya se consolidó como lateral izquierdo, fue el autor del centro preciso que derivó en el gol de Agustín Colazo, una acción que volvió a mostrar su crecimiento y madurez.

Con esa nueva intervención, Del Blanco se transformó en el máximo asistidor de la Liga Profesional, con cinco, una marca que habla por sí sola de su peso en el funcionamiento ofensivo de Unión.

Lo llamativo es que Mateo no es lateral natural: surgido como volante, su reconversión le dio al Tate una variante valiosa por la banda. Desde esa posición, llega con sorpresa, con claridad para el centro y precisión en el último pase, un combo que lo convirtió en una pieza indispensable para el esquema de Leonardo Madelón.

El crecimiento de Mini, como lo apodan puertas adentro, no pasó desapercibido. En el club ya empiezan a frotarse las manos ante la posibilidad de recibir una oferta importante a fin de año. El rendimiento del santafesino, joven y con proyección, despierta interés en varios frentes y podría convertirse en uno de los activos más valiosos del plantel.

Mientras tanto, Del Blanco disfruta su gran momento con serenidad, aportando desde su lugar y demostrando que su evolución no es casualidad. En Unión, lo celebran… aunque también se preguntan si estos serán los últimos partidos de Mini en Santa Fe.