El diputado provincial Fabián Palo Oliver consideró que la condena a Patricio Serjal, exjefe de fiscales de Rosario, “es una reivindicación para el Ministerio Público de la Acusación y para la justicia santafesina”, aunque advirtió que “aún falta avanzar sobre la pata política de la organización delictiva”.

El exfuncionario judicial fue condenado a nueve años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, tras ser hallado culpable de integrar una red de protección al juego clandestino encabezada por Leonardo Peiti.

“Que el jefe de los fiscales haya sido parte de una estructura delictiva es gravísimo, pero esta condena representa una autodepuración del sistema judicial. Hubo fiscales que tuvieron el coraje de investigar y llevar adelante la causa hasta lograr una sentencia”, expresó Palo Oliver.

El legislador recordó que la estructura criminal tenía tres ejes de funcionamiento: “uno encabezado por Peiti, que organizaba los garitos; otro judicial, con Serjal, Ponce Asen y Ugolini; y una tercera pata política, donde aparece claramente mencionado el senador Armando Traferri, señalado en la sentencia como líder y organizador de ese sector de la asociación ilícita”. “La Justicia lo deja claro: Traferri era quien brindaba la protección política. Es inadmisible que siga siendo senador. Hay que volver a pedir el desafuero y avanzar con su imputación y procesamiento”, remarcó.

Palo Oliver recordó que los fiscales Luis Pietra y Matías Edery fueron los primeros en investigar, pero sufrieron presiones cuando el Senado rechazó el pedido de desafuero de Traferri. “Algunos actuaron por protección corporativa, otros por conveniencia política. Pero hoy los jueces demostraron que la acusación era fundada”, señaló.

El diputado también explicó que la causa se originó “de manera casi casual”, tras el asesinato de Enrique Encino, ocurrido en enero de 2020 frente al Casino City Center.

“A partir de ese crimen, se interceptaron teléfonos que vincularon a Peiti con integrantes de la banda de Los Monos y con funcionarios judiciales. Así se desarmó toda la trama”, explicó.

Finalmente, Palo Oliver subrayó la necesidad de que el caso “siente un precedente ejemplar”. “Esto no puede volver a pasar. Un fiscal que encubre delitos es lo más grave que le puede suceder a una provincia. Las condenas son el único mensaje posible: el que roba, encubre o protege delitos desde el poder, termina preso”, concluyó.