Unión encontró la llave de la solidez con Maizon Rodríguez
El uruguayo fue impasable en la igualdad contra Belgrano en Córdoba para seguir alimentando la ilusión rojiblanca
La tarde en el Gigante de Alberdi dejó algo más que un 0-0 para Unión. Fue la confirmación de que, cuando la defensa funciona, todo el equipo respira y, en ese andamiaje, Maizon Rodríguez se transformó en figura.
Ante Belgrano, el uruguayo ofreció un partido sobrio, maduro, casi quirúrgico. Sin estridencias, pero con una autoridad que se percibió en cada cruce y en cada anticipo. A su lado, Valentín Fascendini acompañó con la misma solidez: una dupla que, sin tantos reflectores, se convirtió en el sostén emocional y futbolístico del equipo.
El renacer defensivo de Unión no empezó en Córdoba, sino mucho antes. Más precisamente, después del golpe que significó la goleada sufrida en Santiago del Estero. Aquella tarde dejó heridas, pero también una reacción. Hubo autocrítica, conversaciones puertas adentro y un desafío que el plantel aceptó: volver a ser un equipo difícil de vulnerar.
Desde ese momento, el Tate corrigió recorridos, ajustó distancias y recuperó esa fiereza que había mostrado al inicio del semestre y dentro de ese proceso apareció la figura de Maizon Rodríguez, la apuesta fuerte del club para este Clausura, que rápidamente se ganó un lugar de peso.
Unión hizo un esfuerzo para comprarle el pase y el zaguero respondió como si llevara años en Santa Fe. A los 22 años, se plantó como un líder silencioso, de esos que no necesitan gritar para ordenar. Su adaptación fue inmediata: ganó presencia, impuso criterio y se transformó en una pieza central de la estructura defensiva.
Sus números en Córdoba