Todo se define en 180 minutos. La Primera Nacional entra en su etapa más dramática y este sábado, desde las 21.15, el Estadio Ciudad de Río Cuarto será el escenario donde Estudiantes de Río Cuarto reciba a Deportivo Madryn en el primer capítulo de la final del Reducido. El ganador de esta serie obtendrá el segundo ascenso a la Liga Profesional, y tanto el Celeste como el Aurinegro llegan con antecedentes que anticipan un duelo intenso, cerrado y emocional.

Un duelo entre iguales

Los números son elocuentes: ambos equipos firmaron la misma campaña en la fase regular (16 triunfos, 12 empates y 6 derrotas). La única diferencia fue geográfica. Madryn, bajo el mando de Leandro Gracián, fue líder de la Zona A, mientras que el conjunto dirigido por Iván Delfino terminó segundo de la Zona B, detrás de Gimnasia de Mendoza.

📊 Campañas idénticas, caminos distintos.
Estudiantes llegó a la final dejando en el camino a Patronato, Gimnasia y Tiro y Estudiantes de Caseros. Madryn, por su parte, cayó primero en la final por el ascenso directo ante Gimnasia de Mendoza, debió reacomodarse emocionalmente, eliminó a Gimnasia de Jujuy en medio de una polémica administrativa y luego superó a Deportivo Morón, también en una serie con múltiples discusiones.

Madryn, envuelto en controversias y con una baja sensible

El Aurinegro afrontará la ida sin su máximo artillero, Germán Rivero, sancionado tras los incidentes en la serie ante Morón. Esa ausencia obligará a Gracián a rearmar el ataque para intentar resistir en Córdoba y definir en la Patagonia.

Estudiantes apuesta al golpe de local

El Celeste sabe que la llave puede definirse en casa. Con un equipo regular, sólido defensivamente y muy fuerte en su estadio, buscará sacar diferencia antes del viaje al sur. La presión jugará su papel, pero también el impulso de ser local en el partido inicial.