Unión y un déficit que preocupa: la localía dejó de ser fortaleza y le costó la eliminación
El Tatengue volvió a perder en el 15 de Abril, donde tuvo una muy baja efectividad con Leonardo Madelón como DT. Los detalles.
Unión quedó eliminado en los octavos de final del Torneo Clausura y, más allá del golpe deportivo, la caída volvió a exponer un problema que se repite y se agrava: el equipo no logra hacerse fuerte en el estadio 15 de Abril. Lo que debía ser una ventaja, terminó sintiéndose como una carga. La estadística, lejos de mentir, se impuso nuevamente.
Si bien el Tate llegaba con ventaja deportiva, el desarrollo del partido ante Gimnasia ratificó que su rendimiento como local estuvo muy lejos de lo esperado. El 2-1 adverso no fue solo un resultado aislado: confirmó una tendencia de un equipo que no supo asumir el rol de protagonista cuando las condiciones lo favorecían.
Gimnasia esperó, golpeó de contra y expuso las dificultades de Unión para imponerse ante rivales que plantean ese tipo de partidos. Aunque el equipo santafesino tuvo chances para igualarlo, el desarrollo fue claro: el Lobo terminó justificando la victoria, mientras que Unión volvió a fallar en su casa.
Una racha que habla por sí sola
De los últimos siete partidos en el 15 de Abril, Unión solo ganó uno. Una marca alarmante para cualquier equipo que pretende ser competitivo:
| Partido | Resultado |
|---|---|
| Unión 0 – 0 Tigre | |
| Unión 1 – 1 Huracán | |
| Unión 2 – 2 Independiente Rivadavia | |
| Unión 0 – 2 Aldosivi | |
| Unión 3 – 0 Defensa y Justicia | |
| Unión 0 – 0 Barracas Central | |
| Unión 1 – 2 Gimnasia LP |
El único triunfo fue ante Defensa y Justicia (3-0). El resto, empates que dejaron sabor amargo y derrotas que complicaron la campaña. Lo que debía ser un terreno fértil para sumar puntos terminó transformándose en una zona de peligro.
Un equipo que jugó mejor fuera que en casa
La tendencia se repitió durante todo el certamen: Unión se mostró más cómodo como visitante, cediendo la iniciativa, aprovechando espacios y atacando sin la obligación de conducir el juego. En Santa Fe, con la presión de salir a ganar, surgieron los problemas.
Los rivales lo entendieron y lo ejecutaron: esperaron, marcaron con orden y salieron rápido. Unión, cuando debió construir, se bloqueó. Cuando tuvo espacios, supo lastimar; cuando debió generarlos, no encontró respuestas.
De ventaja a desventaja
Con el formato del certamen, Unión sabía que de avanzar ante Gimnasia hubiese jugado cuartos y semifinales también en el 15 de Abril. Sin embargo, esa condición, lejos de entusiasmar, terminó exponiendo sus falencias.
Es paradójico pero concreto: la localía, que en otro momento fue un activo, hoy es un pasivo. Para un equipo que aspira a dar un salto competitivo, resulta imposible hacerlo sin ser fuerte en casa.
De cara a lo que viene, la reconstrucción no pasa solo por refuerzos o tácticas, sino por recuperar algo fundamental: la identidad y la fortaleza de jugar en el 15 de Abril.