La contundente victoria electoral de José Alonso abrió un nuevo capítulo en Colón, pero el inicio de su gestión no tendrá tiempo para celebraciones. El flamante presidente deberá resolver, desde el primer día, situaciones críticas que condicionan el futuro inmediato del club, tanto en lo económico como en lo deportivo.
El problema más apremiante es la inhibición que pesa sobre la institución por parte de FIFA, producto de la deuda con el defensor paraguayo Alberto Espínola. Consciente de que la sanción impide incorporar jugadores, Alonso ya habría iniciado gestiones con Nery Alberto Pumpido, actual secretario de Conmebol, con el objetivo de facilitar los canales para cancelar la deuda y destrabar el conflicto lo antes posible.
Otro asunto prioritario es la deuda salarial con el plantel profesional, a quienes se les adeuda gran parte del mes de agosto, además de septiembre y octubre. En los próximos días, también será exigible noviembre. El monto mensual que demanda la plantilla ronda los 120.000 dólares, cifra que representa uno de los grandes retos financieros de la nueva dirigencia.
Al mismo tiempo, Alonso avanza en la configuración de la estructura deportiva. Tal como publicó Diez en Deportes, se espera que esta semana haya una reunión con Diego Colotto, ex responsable del área en Independiente, con miras a su incorporación como secretario deportivo, rol que será obligatorio para los clubes de Primera y Primera Nacional desde la próxima semana.
En el plano técnico, Alonso brindó un respaldo claro a Ezequiel Medrán, al señalar que “en un 90% seguirá siendo el DT”. El entrenador tiene contrato vigente hasta diciembre de 2026 y todo indica que continuará al frente del equipo en la temporada venidera.
Además, la comisión directiva pondrá en marcha un plan de reestructuración del plantel, que incluirá la rescisión de contratos de futbolistas que no serán tenidos en cuenta. Paralelamente, se proyecta la incorporación de entre 12 y 15 refuerzos, con la intención de diseñar un plantel competitivo para afrontar los próximos compromisos.
Con múltiples frentes abiertos y decisiones que no admiten demora, Alonso comienza su mandato bajo presión, pero con una hoja de ruta definida. La manera en que encare estos primeros pasos será clave para marcar el rumbo de Colón en una etapa crucial de su historia.