Los festejos de cierre del ciclo lectivo volvieron a exponer una problemática que en Rincón se repite cada verano: fiestas organizadas en casas quintas que generan ruidos nocturnos, uso de pirotecnia y molestias en zonas residenciales. La llegada de grupos de estudiantes que alquilan estos espacios para celebraciones se suma a una tendencia que, según los propios vecinos, comenzó a intensificarse desde la pandemia.

Maximiliano, residente de la zona del kilómetro 8, describió en LT10 lo ocurrido el jueves pasado: “A las 3 de la mañana todo el barrio se paró con los pelos de punta… pensé que había estallado la central del kilómetro ocho y medio, pero eran bombas de estruendo muy fuertes”. Según su relato, al día siguiente se enteraron de que una quinta había sido alquilada para los jóvenes, por lo que esperan precisiones sobre el accionar de la Municipalidad: “Estamos esperando ver cómo actúa el municipio, con qué reglamentación”.

La comisión vecinal Rincón Amigo se reúne este martes. “Tenemos dudas sobre si hay personal de control, inspectores que estén avalando esto… Si está permitido y aprobado, no se puede hacer nada. Pero queremos saber si se cumple lo que dice la ordenanza”, expresó el vecino.

También señaló que el uso de pirotecnia es un punto crítico: “Hace dos semanas salió un comunicado sobre regulación del uso de pirotecnia… no lo digo solo por los animales, sino por personas con autismo. Permitir esto o no anticiparse nos llama la atención”, concluyó.

La respuesta de la Municipalidad

Rafael Ibáñez, titular del área de Control Municipal de Rincón, explicó en LT10 cómo se intervino y cuáles son las normas vigentes. Confirmó que el evento del jueves se gestionó a partir del protocolo habitual: “Sí, hubo varios problemas. Este fue puntual porque se empezó a aplicar el protocolo que pretendíamos acomodar para este tipo de cuestiones”.

El funcionario recordó que existe una ordenanza específica para regular estos alquileres, la Ordenanza 177, que “observa todos los detalles para alquilar tu casa quinta o tu lugar para efectuar un evento”. Y detalló los requisitos: “Primero, una habilitación municipal. Segundo, certificación de seguridad e higiene hecha por un arquitecto o ingeniero. Además, se debe contar con ambulancias con profesionales, policía de servicio adicional e inspectores municipales con decibelímetro”.

Ibáñez aclaró que la clave no es la cantidad de asistentes, sino el fin comercial: “Si se cobran entradas, ya es un evento que tiene que cumplir la Ordenanza 177”. Y confirmó que lo ocurrido la semana pasada no estaba habilitado: “Los jóvenes no tenían la culpa; ellos alquilan la quinta. El dueño tampoco estaba al tanto de las ordenanzas”.

Según explicó, el operativo se demoró porque los jóvenes debían retirarse en transporte público: “Tuvimos que esperar hasta las 4:40 que llegaba el último colectivo, y allí se retiraron los jóvenes”.

Respecto del accionar municipal, sostuvo: “Si no se cumple el protocolo, todo pasa al Juzgado de Faltas. Normalmente termina en una sanción económica”. Y pidió la colaboración de los vecinos: “La gente debe llamar al monitoreo o al 911. Rincón es un territorio grande y a veces no te enterás si no hay aviso”.

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Audio: Escucha a Rafael Ibañez