El debate nacional en torno a la reforma integral del Código Penal reabrió la discusión sobre las penas aplicadas en accidentes de tránsito con víctimas fatales. El proyecto prevé modificar los artículos 84 y 94 bis para endurecer las sanciones en casos de conducción temeraria y eliminar la suspensión del juicio a prueba en delitos viales, un reclamo histórico de organizaciones de familiares.

En ese contexto, Franco Romanello, titular de la ONG Factor Vial, analizó los cambios en diálogo con LT10 y destacó que representan “un avance largamente esperado”. Señaló que el anuncio es recibido con expectativa por las organizaciones: “Venimos luchando desde hace muchos años junto a familiares de víctimas y Madres del Dolor. No se podía lograr que los delitos viales pasen por penas que eran mucho menores y no eran reparadoras”, afirmó.

El referente recordó que miembros de la ONG participaron de instancias previas de discusión en Buenos Aires, donde ya se planteaba la necesidad de actualizar las sanciones, lo que implicará que “las penas que antes eran leves hoy van a ser mucho más duras”.

Agravantes por alcohol, drogas y conducción temeraria

Uno de los puntos centrales del proyecto es que situaciones que antes funcionaban como atenuantes, como la conducción bajo los efectos de drogas o alcohol, ahora pasarán a ser agravantes, algo que Romanello celebró.

También se refirió a los criterios judiciales que hasta ahora generaban interpretaciones diversas sobre la intencionalidad en tragedias viales: “Me parece que se está discutiendo algo que ya ha sido superado. Si una persona maneja o corre una picada mortal a 130 o 140 kilómetros por hora, no creo que haya una interpretación distinta a la de una tragedia vial”, aseveró, recordando hechos recientes en la Costanera santafesina.

Fin de la suspensión del juicio a prueba

Otro cambio relevante es la eliminación del beneficio de la suspensión del juicio a prueba (probation), una de las principales demandas de las ONG. Romanello lo consideró un paso trascendental: “Se elimina esa posibilidad. Antes la persona atropellaba y mataba y, como no tenía antecedentes, lo iban a dejar. Eso ahora se termina”, indicó.

Según explicó, la reforma garantizaría que los imputados enfrenten “cargos reales y agravantes” en delitos de tránsito con víctimas.

Consultado sobre la mirada de las familias, Romanello fue contundente: “Nada repara el dolor de una muerte porque no hay pena que pueda suplantar la vida de una persona. Pero sí [otorga] una caricia al alma por una justicia que no sea que atropelló y mató y en dos o tres años sea un delito excarcelable”, expresó. Además, destacó el acompañamiento ciudadano a normas como alcohol cero y límites de velocidad.

Avance hacia la figura de "crimen vial"

El titular de Factor Vial insistió en que el objetivo final es incorporar una figura penal autónoma. “Siempre bregamos por una nueva figura, que es la del crimen vial, específicamente para las tragedias viales. Me parece que vamos en ese camino”, concluyó.