Claudio Corvalán atraviesa un momento inesperado en Unión. A pesar de tener contrato firmado hasta fines de 2026, el defensor fue notificado por Leonardo Madelón, antes del arranque de la pretemporada, que no formará parte del proyecto futbolístico del próximo año. El mensaje del entrenador fue claro y directo, y dejó al experimentado jugador ante un panorama completamente distinto al que había imaginado hace apenas unos meses.

La incógnita ahora pasa por conocer cómo se dará su salida, ya que Corvalán es uno de los contratos más altos del plantel. Aunque su nombre apareció vinculado a Quilmes, el equipo del sur del Gran Buenos Aires difícilmente pueda igualar el salario que percibe en Unión, lo que complica cualquier negociación de traspaso o rescisión. El escenario anticipa conversaciones largas y complejas, en un contexto donde la decisión deportiva ya está tomada.

El lateral venía de un 2024 irregular, marcado por un descenso pronunciado en la consideración técnica. Con Cristian González había sido figura y líder dentro del vestuario, pero con Madelón su participación prácticamente se esfumó. En el Torneo Apertura disputó 12 encuentros (990 minutos), en la Copa Sudamericana sumó cinco presencias (381 minutos), y en el Torneo Clausura apenas jugó dos partidos, con solo 13 minutos en cancha. En la Copa Argentina no vio acción. En total, acumuló 19 partidos y 1.384 minutos a lo largo del año.

Su historia en Unión es extensa y significativa. Desde su llegada en 2018, Corvalán se convirtió en uno de los referentes del plantel y en varios tramos llevó la cinta de capitán. Sumó 219 partidos oficiales y anotó tres goles, siendo parte de campañas históricas del club.

Ahora, con el ciclo prácticamente cerrado, resta definir de qué manera se materializará su salida. Lo único seguro es que Madelón no lo tendrá en cuenta y que un emblema rojiblanco se prepara para despedirse, tras seis años en el club y un camino que marcó una época en el primer equipo tatengue.