Bolivia vuelve a escena con un objetivo tan complejo como ilusionante: conseguir el pasaje al Mundial 2026 a través del repechaje intercontinental. Tras cerrar las Eliminatorias Sudamericanas en la séptima colocación, la selección del altiplano logró asegurarse el lugar en el minitorneo que definirá los dos cupos restantes para la próxima Copa del Mundo que organizarán Estados Unidos, Canadá y México.

La clasificación boliviana quedó sellada en una jornada cargada de emociones. La Verde venció 1-0 a Brasil en el Hernando Siles, gracias a un penal ejecutado con frialdad por Miguel Terceros. El resultado, sumado a la goleada que sufrió Venezuela ante Colombia (6-3), dejó al conjunto dirigido por Óscar Villegas con el repechaje en las manos y reavivó un sueño que parecía lejano.

El seleccionado boliviano intentará regresar a un Mundial después de más de tres décadas. Sus antecedentes se remontan a tres participaciones: 1930, 1950 y 1994, esta última recordada por el entusiasmo que generó la presencia de la Verde en Estados Unidos. Ahora, el nuevo formato con 48 selecciones ofrece un margen más amplio, y Bolivia no quiere dejar pasar la oportunidad.

Cómo se jugará el repechaje

El certamen intercontinental se disputará en México, con Monterrey y Guadalajara como escenarios principales, durante la ventana FIFA de marzo. Allí se reunirán seis selecciones, cada una tratando de quedarse con uno de los dos boletos para la Copa del Mundo.

El formato contempla dos cuadros con tres equipos cada uno. En ambos, habrá una semifinal a partido único; los vencedores avanzarán a una final, también a un solo encuentro. Además, las dos selecciones con mayor ranking FIFA ingresarán directamente en la instancia decisiva de su llave, mientras que las otras deberán superar la ronda previa.

Para Bolivia, el reto es inmenso, pero la ilusión vuelve a tomar fuerza. Tras una Eliminatoria con altibajos pero con capacidad de reacción, la Verde se prepara para su última chance: el repechaje que puede abrirle la puerta a su cuarto Mundial.