Luego del sorteo del Mundial y de conocerse a los rivales de la Selección, Nery Pumpido, Director de Desarrollo y Secretario Adjunto de Fútbol de Conmebol, analizó el panorama en diálogo con Diez en Deportes. Entre risas y experiencia acumulada, dejó varias definiciones sobre el presente del equipo de Scaloni y el contexto del nuevo formato.

“Ya no sé cuántos viajes llevo en el año”, bromeó para iniciar la charla, antes de meterse de lleno en su lectura del sorteo. Pumpido, campeón del mundo en 1986, no se deja llevar por dramatismos: “Uno vivió tanto esto que lo veo todo muy tranquilo, sabiendo que Argentina está bien. Si querés ser campeón, tenés que ganarles a todos. No sirve especular. Quizás la zona es buena, pero tampoco creo que existan las famosas zonas de la muerte. Con más equipos, los grupos se equilibran”.

Para el exarquero, el torneo tiene dos mundos muy distintos: “El Mundial se divide en dos partes. En la primera podés administrar energías, rotar, incluso guardar jugadores. Pero después, ya en la etapa de eliminación directa, es a todo o nada. Creemos que Argentina tiene que pasar sin sobresaltos. Los cruces serán otro cantar”.

También dejó en claro una idea que repite cada vez que analiza el ADN nacional: “Argentina siempre es candidata. Siempre. Es algo que nuestros jugadores deben tener incorporado. Crecés en un país donde la Selección ya ganó tres Mundiales. Nacés sabiendo que la camiseta exige”.

Respecto al nivel actual del fútbol internacional, Pumpido remarcó que el panorama es muy distinto: “Siempre hay tres o cuatro potencias fijas, pero el fútbol cambió. Hay selecciones que crecieron muchísimo. Marruecos es un ejemplo claro; incluso en la sala hubo un murmullo cuando salió en el sorteo”.

Antes de despedirse, dejó una novedad importante: la confirmación de que avanza la organización de la Finalissima, el cruce entre el campeón de América y el campeón de Europa. “Está avanzado. Seguramente esta semana habrá anuncio. Será en marzo”.