Alfredo Ramírez, quien surgió futbolísticamente de Colón, fue uno de los jugadores más emocionados tras el ascenso de Central Córdoba de Santiago del Estero, que superó por penales a Sarmiento de Junín, en la final del Reducido.
Oveja contó en diálogo con TyC Sports el porqué de sus lágrimas después de haber pateado con gran puntería el penal que consumó el objetivo. "Siento una emoción grande, hoy le dije a mi señora que éste es el momento que siempre soñé desde que empecé a jugar al fútbol. Llevo dos ascensos seguidos con este equipo y no puedo dejar de pensar en todas las cosas que me pasaron", explicó el mediocampista.
"Mi hijo nació con una fisura de labio y la pasamos mal con mi señora, pero siempre seguimos adelante, intentamos darle la mejor calidad de vida y hoy es un león. Está más fuerte que nunca, mi hija Delfina también. No puedo dejar de pensar en ellos. Le prometí a mi señora que iba a ascender a Primera División. Los amo, son la nafta que llevo en mi cuerpo para seguir adelante. A mi viejo también, que perdió a mi abuela un mes antes de casarme, yo me casé en diciembre. Se lo dedico a mi viejo que en todo momento la tiene a ella presente", recordó.