Inter logró superar al Barcelona en una serie histórica de semifinales de Champions League. Luego de empatar 3-3 como visitante el miércoles pasado, este martes se impuso por 4-3 en otro muy cambiante duelo en el Giuseppe Meazza, en el que nuevamente comenzó ganando 2-0, se lo dieron vuelta 3-2, lo igualó de manera agónica en tiempo de descuento y luego logró sentenciar el resultado final en el alargue. De este modo, se ganó un lugar en la final, que se jugará el sábado 31 de mayo en Múnich ante el ganador entre PSG y Arsenal.
Lautaro Martínez, capitán y figura del equipo, jugó un rol fundamental, ya que él fue quien abrió el marcador para el Nerazzurro al minuto 21 y luego provocó un penal a favor que permitió estirar la ventaja sobre el cierre de primer tiempo. Para colmo, todo esto sucedió luego de que durante la última semana estuviera en duda su presencia en la revancha luego de que en la ida debiera salir en el entretiempo por una lesión muscular. Se llegó a decir incluso en los días posteriores que dependía de un milagro para estar hoy.
En ese sentido, el Toro hizo una fuerte confesión acerca de cómo vivió esa dificultosa y angustiante previa: "Estaba un poco en duda porque tenía la pierna un poco mal. Los primeros días estuve llorando en casa porque no era lo que quería. Hice doble sesión toda la semana. Busqué recuperar pese al poco tiempo y pude estar en el campo. Vivo el fútbol así", reveló en diálogo con Sky Sports Italia luego del encuentro.
Su presencia en la cancha fue una grata sorpresa para todos. Afortunadamente para él y el Inter, pudo disputar más de 70 minutos y aportar su cuota goleadora, hasta ser reemplazado por Mehdi Taremi. "No estoy bien ahora", reconoció. Aunque resaltó: "Pero vale la pena. Le hemos ganado a un equipo fuerte como el Barcelona. Y en los últimos 3-5 años sube cada año el nivel. En un momento estábamos fuera, pero este equipo no se rinde y San Siro es increíble".