Alejandra "Locomotora" Oliveras "continua clínicamente estable, con el control de su respuesta neurológica y con pronóstico reservado" según el último parte médico brindado por el director del hospital José María Cullen, Bruno Moroni.
Cabe recordar que Oliveras sufrió un ACV isquémico en la mañana del lunes 14 de julio y desde entonces permanece internada en la terapia intensiva del Cullen.
Su cuadro fue grave desde un inicio y tratada con medicamentos, pero producto de una desmejora, debió ser intervenida quirúrgicamente en la mañana del miércoles.
Según explicó el jefe del servicio de Vasculares Cerebrales Agudos del hospital Cullen Alejandro Musacchio, que forma parte del equipo que la atiende, la causa del ACV fue un coágulo que se desprendió de la arteria carótida y "terminó obstruyendo la arteria cerebral media derecha", lo que impidió el flujo de oxígeno y nutrientes hacia una parte vital del cerebro. “Eso provocó un infarto cerebral muy importante, con un edema muy fuerte que generó gran presión dentro del cráneo”.
La gravedad de su estado de salud obligó a intervenir quirúrgicamente. A la exboxeadora se le practicó una craniectomía, un procedimiento que consiste en remover una parte del hueso del cráneo para aliviar la presión cerebral. “Esto posibilita que el cerebro se expanda y que la presión dentro del cráneo sea más controlable”, señaló Musacchio. La operación buscó minimizar el riesgo (siempre presente) de muerte cerebral.
El profesional reconoció que el panorama es poco alentador para la excampeona del mundo. “Es muy secuelante y no sabemos (cómo seguirá) porque esto se produjo en horas, muy rápido y muy rápido llegó a lo que llegó; y la craniectomía fue necesaria porque había algo muy grave”, advirtió el médico.