LT10 - Columna de opinión

Martes 19 de Agosto de 2014 - 00:05 hs

"Colón deberá despejar rápido las vacilaciones" por Gustavo Mazzi

Actualizado: Miércoles 09 de Marzo de 2016 - 14:42 hs

 Diego Osella no le escamoteó ni una gota de sudor a la propuesta. Claro que su equipo en el Nacional B recorre caminos que no lo benefician como cuando hasta hace poco se media con los poderosos de primera. Cambió el escenario, son otras las luces. Colón dejó de ser aquel actor de reparto para convertirse en uno de los protagonistas principales de esta nueva obra Nacional. Jasmine Gillman recalcaba: "No esperes por el momento preciso. Empieza ahora. Hazlo ahora. Si esperas por el momento adecuado, nunca dejarás de esperar". Es tiempo de asumir ese rol protagónico sin pesar. Este es un momento de bienestar laxo, de sonrisas sin destinatario, de empates sin sentido ante rivales que potencialmente son menos que los Sabaleros.

El “Nacional B” es este año un certamen fugaz que premiará una buena racha con el anhelado ascenso. Nadie duda de la dureza del torneo, pero sí de algunos argumentos futbolísticos exhibidos por Colón y que en la “B” parecen agotados, para un plantel tan cotizado como el que se armó. En el torneo anterior, muchos partidos del elenco de Osella fueron una carrera de resistencia ante la escasez de juego. Colón necesariamente se inclinó ante el fútbol ajedrecista. Y su público, encorsetado por el pánico y la deshonra que en la Argentina representa dejar de ser, aceptó aquella metamorfosis con el afán de seguir perteneciendo. Aquellas virtudes de una entidad devastada, que pateaba sus propios escombros: orden, disciplina, sacrificio; fue realmente necesario, productivo y hasta admirable, aunque el objetivo no se pudo alcanzar en la malograda tarde de Rosario. Ahora el contexto, el equipo, el torneo es otro… por lo que aquel libreto puede resultar inocuo, tedioso y fundamentalmente insuficiente en este certamen. No se puede prescindir de aquellas bondades, pero también es necesario jugar, atacar más seguido y ganar con mayor asiduidad.

La cultura del sacrificio y lo “testicular” ha degradado como un goteo menesteroso el fútbol argentino, sin atender ningún otro capital. Lo periférico del deporte más popular pasó a ser central y Colón se ajustó a los tiempos modernos como tantos otros, cuando se afrontan compromisos con “la soga del promedio al cuello”. Pero esta es otra historia. Son los rivales actuales del conjunto del barrio Centenario los que apelan a aquella “fórmula Oselliana” para sacar resultados positivos ante el rojinegro, quien partió indudablemente en el pelotón de los candidatos y debe replantear mucho más que “la falta de compromiso para jugar los partidos”.

Para ser más claros luego de haber escuchado al DT: “Gimnasia nos dominó porque la perdíamos muy rápido”. La cuestión no pasa solamente por la falta de compromiso, sino por quienes son los jugadores aptos para tener la pelota y la disponibilidad de futbolistas en el campo para acompañar esa tenencia. La táctica no es sólo disponer de jugadores y espacios por donde defender adecuadamente. Es también la posesión, el juego que un equipo es capaz de hacer para crear superioridades, la profundidad deseada y los movimientos que la propicien. Osella deberá poner énfasis en las transiciones, en cómo y dónde pararse cuando se está en ventaja, y en asumir el protagonismo que por plantel y pergaminos justamente la institución debe tener en el campeonato de ascenso. Debe despejar rápido las vacilaciones. En medio de la paridad, que no es garantía de riqueza, la regularidad será fundamental. Y eso lo aporta una estructura probada, un funcionamiento eficiente y un conductor que sepa corregir los errores a tiempo. Lo mejor es que no se perdió y que existe un potencial para creer que se puede. Es necesario mirar hacia adelante reconociendo las falencias e invitando a la reflexión, a la revisión y a la evolución. Un poco de paciencia se impone, por sobre la gran ansiedad de recuperar el prestigio perdido.