El peligro de la Ruta 1 para la gente que vive a la vera de ella vuelve a reflejarse luego de la muerte de un nene de 7 años que fue atropellado por un automovilista el pasado 13 de marzo, cuando intentaba cruzar con su mamá este corredor.

Fue en el kilómetro 1,5, a la altura de Colastiné Norte. Según la declaración del conductor venía circulando por la ruta 1 en sentido sur-norte con la luz verde del semáforo. Esta cambia a amarillo, y es cuando observa a la mujer junto al menor cruzar la ruta y “debido al fluido del tránsito no alcanza a esquivarlos y los enviste a los dos”.

Su mamá logro recuperarse de las heridas sufridas, pero el niño quedó internado en terapia intensiva en grave estado y este martes se produjo el fallecimiento.

Desde hace años los vecinos de Colastiné Norte reclaman por la peligrosidad de esta ruta que conecta la ciudad de Santa Fe con la Costa.

 “Hicieron la ruta que quisieron y no la que quería la gente de la zona”, comentó por LT10 Oscar Signes, presidente de la vecinal de Colastiné Norte.

Semáforos que no funcionan, falta de cruces peatonales y la falta de prudencia de los conductores que transitan a gran velocidad sin medir consecuencias y solo con la urgencia de llegar a destino.

Pero el problema de fondo señala Signes es de “nacimiento”, desde la construcción de la ruta en el medio de una zona urbanizada, “Nos encajaron una ruta en el medio de un barrio”.

Encima el corredor divide imaginariamente a Colastiné Norte en Este y Oeste, porque que la gente no puede circular de un sentido a otro. “No se puede cruzar la ruta, es muy problemática”.

Esto sumado a la falta de medidas de control y de mantenimiento del corredor, más del 40% de los semáforos y las luminarias no funcionan.

Aunque la responsabilidad de los automovilistas que transitan a gran velocidad no deja de ser un factor a la hora de los accidentes “todo se complementa para que tengamos una ruta del terror”, expresó.

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Si bien, ahora se ven algunas mejoras como el agregado de semáforos para facilitar el cruce, pero actualmente "tenemos semáforos cada 500 metros que la gente utiliza para acelerar hasta el siguiente”.

Por lo que, “hay que andar con mucho cuidado para no verse envuelto en una desgracia como la de este chiquito”.

Lo cierto es que la solución a la peligrosidad de este corredor está lejos de solucionarse y requiere, además de medidas para mermar la velocidad, concientizar a los conductores para que sean responsables a la hora de transitar.

Audio: Nota con Oscar Signes, presidente de la vecinal de Colastiné Norte.