Bajante histórica: ¿Por qué ocurre y cuál es el panorama a futuro?
El SMN explicó los factores que hacen que el nivel del río esté por debajo del cero y adelantó el pronóstico de lluvias para el próximo trimestre.
Imágenes desoladoras del lecho del río circulan por estos días. El agua escasea y aparecen los problemas: la navegación fluvial, las tomas de agua urbana, la generación de energía, la fauna íctica, el riesgo de incendios y la modificación de cauces y paisaje. Los impactos son múltiples, extendidos y costosos.
De acuerdo a un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) este escenario se debe a varias causas. La falta de lluvias, el aumento de la demanda hídrica, la explotación de la tierra y, principalmente, la prolongada sequía severa que afecta la parte alta de la Cuenca del Paraná, en el sur de Brasil. Allí, desde hace 22 años las condiciones de precipitación están por debajo del promedio (con excepción del 2010 y el 2015) y la situación empeoró desde el 2018, lo que ha dado como resultado una situación de sequía que pasó de severa a excepcional.
“Estamos sufriendo los efectos de una sequía que empezó en junio de 2019. Es un ciclo que no terminó todavía y no se tiene claro cuándo va a terminar. Esta sequía nos comenzó a llamar la atención en marzo del 2020, cuando se empezó a manifestar de una manera irreversible, y sobre todo cuando la alta cuenca del Paraná, en Brasil, empezó a mostrar una disminución de su aporte muy significativo. Disminución que obligó a un seguimiento hora a hora, porque nos puso adelante el grave problema que tiene la Argentina con las tomas de agua urbana”, dijo Juan Borús, hidrólogo del Instituto Nacional del Agua.
La serie de datos de la cuenca alta muestra varios ciclos secos y lluviosos a lo largo de las décadas desde 1900, con la sequía más severa registrada entre diciembre de 1968 y septiembre de 1971, alcanzando su punto máximo en marzo de 1969. Sin embargo, es importante señalar que, aunque hoy se registran valores similares, en ese momento la demanda de agua en la cuenca del río Paraná era mucho más baja que la actual.
Lluvia esquiva
En nuestro país se está dando una situación de déficit de lluvias similar a la que ocurre en Brasil. Las provincias del Litoral y centro-norte argentino también registran precipitaciones por debajo de lo normal desde mediados del 2020, lo que agrava aún más el problema. El déficit no es solo a nivel hidrológico -ríos- sino que el suelo también sufre de escasez de agua.
Perspectivas poco alentadoras
En las tendencias climáticas para el trimestre julio-agosto-septiembre, los patrones de lluvia se repiten, tanto en la cuenca brasileña, como en la zonas de los ríos argentinos. Y aunque todavía es muy pronto para confirmarlo y los pronósticos presentan una alta incertidumbre a tan largo plazo, existe la posibilidad de un nuevo evento de “La Niña” a partir de la próxima primavera.